William Gaddis como excusa
Cuando terminas un libro de más
de mil páginas y no sabes bien lo que has leído es imprescindible mirarse/te en
un espejo y ver los posibles cambios producidos en los músculos faciales, en el
paladar y en las ingles. Quizás ya no recuerdes como eras antes, no te
preocupes, pregúntate si has disfrutado, si has aprendido algo, si en tu
corazón, en tu cerebro, en tu próstata hay alteraciones. Esto último es difícil
de medir, hay personas que sí y personas que no. Si eres de las que sí,
enhorabuena, si eres de las que no, enhorabuena. De las publicaciones Fher a
Gaddis no hay tanta distancia, de ser a no ser, sí. Lo primero es un hábito lo
segundo es un hálito, tranquilidad, tiene cura, hay que ponerse a ello con
dedicación, rendirse y al lío, duele un poco al principio pero enseguida te acostumbras,
es la literatura, amigo mío, o su ausencia. Oye y si no, pues no, leer y sobre
todo escribir está sobrevalorado, son ejercicios en tránsito hacia la
desaparición, una actividad de gentes ociosas, un querer y no poder, qué se
habrán creído. Ánimo, ya queda menos para el Juicio Final. (Continuará)
William Gaddis
William Thomas Gaddis Jr. (29 de
diciembre de 1922 - 16 de diciembre de 1998) fue un escritor estadounidense,
considerado uno de los grandes novelistas norteamericanos del siglo XX.
Escribió cinco novelas, de las cuales dos ganaron el Premio Nacional del Libro.
Biografía
Gaddis nació en la ciudad de
Nueva York, aunque creció en Massapequa. En la Universidad de Harvard se
licenció en Literatura inglesa, y allí escribió sus primeras historias, poemas,
ensayos y entrevistas para el Harvard Lampoon. Una vez finalizada su educación,
comenzó a trabajar en Nueva York para el periódico The New Yorker; en esta
época, Gaddis pasaba su tiempo libre en compañía de algunos escritores de la
Generación beat, tales como Allen Ginsberg o Jack Kerouac, habitués del barrio
bohemio Greenwich Village. Gaddis realizó muchos viajes, abandonó Nueva York y
viajó extensamente por México y América Central, donde se unió a los rebeldes
de Costa Rica durante una breve guerra civil. Más tarde, pasó alguna temporada
en España y, desde aquí, llegó hasta África. Gaddis aprovechó todos sus viajes
para ir recogiendo experiencias y distintos materiales para incluirlos en la
novela en la que, por aquel entonces, estaba trabajando, Los reconocimientos.
Continuó trabajando en esta novela en los primeros años de la década de los
cincuenta, hasta que fue publicada en 1955. Esta obra es una vasta novela
experimental de complicada elaboración y cerca de mil páginas, en la que
convergen intenciones grotescas, falsedades, plagios, y otros artificios
literarios al estilo de Tristram Shandy. La novela está basada en el palíndromo
"trade ye no mere moneyed art" y es concebida como una provocadora
denuncia de las actuales manipulaciones de la realidad. La novela de Gaddis
recibió malas críticas y su autor fue comparado con James Joyce.
Los reconocimientos fue
reimpresa en una edición rústica y publicada en el extranjero, lo que supuso
para Gaddis el comienzo de su reputación como escritor clandestino. En 1974,
Los reconocimientos se volvió a editar masivamente en una edición rústica, pero
en esta ocasión la crítica elogió a Gaddis, que fue calificado de
"escritor experimental" y su trabajo identificado con el de Thomas
Pynchon. Con el paso del tiempo la novela ha adquirido un status de clásico
esencial, llegando a ser definida por el célebre crítico Harold Bloom como
"La Ulises americana". Con su siguiente trabajo, la obra titulada
Jota erre (1976), alcanzó el reconocimiento que se le había negado con la
publicación de su anterior novela, consiguiendo el Premio Nacional del Libro.
La novela es de una complejidad similar a la de su primera obra; en ella, el
autor presenta mediante una narración polifónica la condición de decadencia a
la que ha llegado el sistema económico actual, en el que cualquier cosa es
posible. De esta manera, el protagonista de la novela, un niño de once años
llamado Junior, se convierte en el mago de las finanzas en Wall Street al
construirse un imperio financiero de millones usando simplemente el correo y el
teléfono. Gaddis pretendía crear un paralelismo que reflejase la pérdida de
sentido del lenguaje, empobrecido por el propio uso. En 1985 apareció una nueva
novela, Gótico carpintero, considerada como una de las novelas más importantes
de las últimas generaciones literarias. Presentaba un tema paralelo al expuesto
en Los reconocimientos, puesto que la novela intenta retratar las mil caras de
la falsificación, específicamente en lo relacionado con la religión y el arte.
Gótico carpintero marcó un punto de inflexión en la carrera literaria de
Gaddis, y sus admiradores creyeron por un momento que con esta novela el autor
conseguiría una mayor popularidad y aumentar el número de sus lectores.
En 1994 se publicó su siguiente
trabajo, Su pasatiempo favorito, donde Gaddis reflexionaba sobre la propiedad
intelectual y el plagio. Esta obra le supuso ganar su segundo Premio Nacional
del Libro. En la novela Jota erre, un escritor, Jack Gibbs, estaba tratando de
terminar un libro que titularía Agapē Agape; esta situación ficticia le hizo a
Gaddis concebir la idea generadora de su quinta novela, que acabó poco antes de
su muerte y que tituló asimismo Ágape se paga. Si bien Gaddis estaba
generalmente considerado como uno de los más importantes y geniales escritores
americanos, y con un número de lectores muy reducido, sus libros se han
convertido en clásicos contemporáneos. En sus novelas, Gaddis renovó el
experimentalismo de Faulkner, Joyce y Sterne, anticipando con su narrativa a
los postmodernos; la crítica también lo ha comparado con Malcolm Lowry y Herman
Melville.
Gaddis falleció a los 75 años,
el 16 de diciembre de 1998 en East Hampton, víctima de un cáncer de próstata.
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