Bichos.
“Los Horrores de la Guerra” Peter Paul Rubens 1637-1638
Desde
que he cambiado de trabajo veo bichos.
En
el anterior también los veía, de dos patas y con corbata, pero ahora los veo
verdes, raros, con apariencia de dragón, al menos como se representan los
dragones en un libro que compré en una librería oscura en Portobelo.
Reptan
por las habitaciones, por el techo del pasillo, entre los zócalos, atraviesan
las paredes, se reclinan en mis almohadas y asustan a las visitas.
Y
no fumo. Desde que vi en Berlín el cuadro de “Marte y Venus o los horrores de
la guerra” tampoco bebo. Ni inspiro ni aspiro, apenas deseo otra cosa que no
sea pasear con calma por los alrededores del parque, leer el periódico bajo los
tilos, unter den linden.
Pero
aquí están, los bichos, agresivos y crueles, me acosan, me acercan sus fauces
envueltas en fuego, me amenazan con garras, creo que en mi infancia vi
demasiadas películas de Disney.
De
momento he recortado los cañones de mi escopeta de cazar palomas.
Aunque
lo peor es que nadie me cree.
La
cosa es que ya se han comido a mi cuñada.
El loco al que llaman rey
Bufón soy y mimo al hombre en
esta escalera cerrada
con peces muertos en sus peldaños
y una sirena ahogada en mi mano
que enseño
mudo a los viandantes pidiendo
como el poeta limosna
mano de la asfixia que acaricia
tu mano
en el umbral que me une al hombre
que pasa a la distancia de un
corcel
y cándido sella el pacto
sin saber que naufraga en la
página virgen
en el vértice de la línea, en la
nada
cruel de la rosa demacrada donde
no estoy yo ni está el hombre.
Leopoldo María Panero.
1 comments :
Si lo peor que han hecho es comerse a tu cuñada, son inofensivos. Jajaja.
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