Aquí es donde vivo.
Llueve,
no se borrarán los laberintos pero llueve, se desgobierna la piel y solo quiero
buscar otra piel por los suburbios, allí donde los que perdieron agitan la
alquimia como una solución miserable, quiero sofocar el fuego, hacer cuadrículas
amarillas en el libro de los ladrones de la alegría.
En la aurora llegan trenes silenciosos a esta ciudad provinciana amenazada por la oscuridad que oculta los jardines, los monumentos negros, los carteles del no, los últimos restos de cordura
Es un extraño reino sin rey, con solo un bufón triste dando volteretas ahora que todos se han ido y el castillo arde ahí en la altura, con los arcos derrotados, con tapices enrollados bajo el portón a ninguna parte, con dioses antiguos vestidos de aire y se ha derramado la leche, madre, los perros hambrientos lo celebran.
Anoto los milagros.
Aquí es donde, aburrido, vivo.
En la aurora llegan trenes silenciosos a esta ciudad provinciana amenazada por la oscuridad que oculta los jardines, los monumentos negros, los carteles del no, los últimos restos de cordura
Es un extraño reino sin rey, con solo un bufón triste dando volteretas ahora que todos se han ido y el castillo arde ahí en la altura, con los arcos derrotados, con tapices enrollados bajo el portón a ninguna parte, con dioses antiguos vestidos de aire y se ha derramado la leche, madre, los perros hambrientos lo celebran.
Anoto los milagros.
Aquí es donde, aburrido, vivo.
0 comments :
Publicar un comentario