Silva y bustrófedon.
Me tiré al estricote, mudé de flébil barbilindo a mortal irreflexivo entre lupercales y bochinches. Sin dejar de pecar ejercí de adamita, ceroferario con cerquillo, manumisor en Santiago, bravucón empavesado, estudiante de miología, escritor sin adendas de silvas y bustrófedon, peregrino alimentado con gallofa bajo el cernidillo de Triacastela. Durante un tiempo hurgué en las litoclasas hasta caer en la malacia que desembocó en la cacoquimia que me asoló a pesar de las tisanas vulnerarias.
Ahora, cellenco, carcomido por la agnosia, aún brujuleo tras los siguemepollos de las mozas, aridecido el deseo, mas no extinto.
5 comments :
En EGB me hicieron comprar un diccionario de sinónimos y antónimos. Mi madre compró el más barato (uno de bolsillo) y menos mal, pues muchos años después, le sirvió perfectamente para completar crucigramas y autodefinidos (su "nuevo" entretenimiento). Yo apenas lo abrí luego de, pero quizá porque no era tan extenso como el tuyo!
Me encanta las sorpresas del Glup nuestro de cada día con escritos propios y/o ajenos, imágenes, noticias...
Como el desparrame de hoy: me lleva a pensar que ojalá todos manejaramos la mitad de las posibles palabras. Este nuestro se acercaría un poco más al mejor de los mundos posibles.
bixen, no tengo diccionario, es un señor bajito que me sisea las palabras.
Magnolio romano de los foros aurelianos, te agradezco la visita, el comentario y el cariño implícito.
Y, ya ves, con la riqueza de palabras, muchas en desuso, me conformaría con que el personal (en general) no olvidase las elementales (buenos días, por favor, gracias, adiós, buenas noches, buen provecho, etc), la cortesía, la educación elemental(eso).
Sigo con la sorpresa de mañana. Besos
grandioso. me ha echo buscar entre diccionarios (pues mi juventud me codena) pero me educa y hace sentir animado.
Gracias
Jeze
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