lunes, 14 de diciembre de 2009

Crear.


Crear no es imaginación, es correr el gran riesgo de poseer la realidad. (Clarice Lispestor.)





Henri Cartier-Bresson definió el cine como la imagen siguiente. Según decía, el cine es siempre lo que viene después, no tanto la imagen vista, la proyectada en la pantalla, como lo que viene luego, aquella que está capturada en la sucesión. La imagen siguiente es aquel “disfrútame” que me susurraba al oído, tendidos sobre su cama en la casa cerca de la playa. Y nos disfrutábamos con lentitud, sin saber cómo había empezado aquella comunión, pero bendiciéndola entre suspiros, caricias y movimientos suaves. Me sorprendió su pregunta: “¿a qué mujer has querido más?” Respondí sin vacilar: “a mi madre”. Ella replicó: “no, me refiero a otro tipo de amor”. Hice memoria y noche a noche fui dejando sobre su piel la corta historia de mis amores, algo así como lo que hizo Carole Mallory, que vendió a la Universidad de Harvard siete cajas con fotos, manuscritos y cartas relacionadas con Norman Mailer. “Me daba clases de escritura, hacíamos el amor y luego nos íbamos a comer…en cualquier orden”, reconocía la ex alumna y amante del escritor. Entre ese material vendido figuraban dos relatos de alto voltaje escritos por ella. El más largo nació de una apuesta: Mailer le retó a detallar en 50 páginas cómo hacían el amor. Ganó ella: “Norman era un verdadero hombre y sabía lo que hacía”. Aprendí mucho de Norman, por eso Ella se sorprendió cuando le pedí un pañuelo. de seda. Es posible que no estuviera acostumbrada a esos juegos pero no opuso resistencia, al contrario, cuando até con suavidad sus manos me miró sonriente, dejándome hacer. Lo hicimos, sin pensar en Mélich que define la finitud como algo muy distinto a la condición mortal. Según él la finitud es la asignación de un tiempo para la vida: nuestro tiempo, el fragmento de eternidad que, feliz o infelizmente, nos ha sido deparado. La finitud es la contingencia que se traza entre los hitos del tiempo humano, entre nacimiento y muerte. Para Mélich entonces no es la desdicha de una naturaleza caída o la penumbra de un cuerpo que poco a poco se va descomponiendo, sino el trayecto que lleva al final, aunque no el final mismo. No es pues una cuestión religiosa la que se juega en la finitud, sino que es ética. La finitud sería la vida misma, puro trayecto, transito, devenir, transcurrencia y avatar. Al menos esto interpreta Enrique Lynch mientras estoy en mitad de una escalera, no recuerdo si subo o si bajo, sí recuerdo cuando pisé el primer escalón. En aquel momento supe que no había vuelta atrás. Es como la infidelidad, siempre hay un primer escalón, después de eso todas son escaleras mecánicas, algo parecido a las que pinta Escher, lo malo es si en un tramo te cruzas con tu pareja y no la reconoces, la ceguera del desamor, como Katrine Madsen canta: La mirada de amor está diciendo mucho más que lo que las palabras podrían decir. Por eso busco su  mirada, y la tuya, recomponiendo el gesto me quedo así, aquí, leyendo esas tragedias del ya no más amor, las soledades, el dolor anónimo, el del otros. Leo a Cortázar, a Coetzze, a Neruda, a Dylan Thomas y rompo en carcajadas. No se pongan tan serios. Codazos, egos empujando, hay sitio al fondo, pasen y vean, en estas fechas ya se sabe, menos mal que esto no se paga, ni se cobra ¿o sí se cobra?, ¿alguien nos lee?, ¿alguien critica? Walter Benjamin dice que los tontos lamentan la decadencia de la crítica. Pues su momento hace mucho que pasó. La crítica es un asunto de distanciamiento correcto. Estaba muy cómoda en un mundo donde las perspectivas y prospecciones contaban y donde era todavía posible adoptar un punto de vista. Ahora las cosas presionan demasiado estrechamente a la sociedad humana. Exacto ¿hay alguien ahí? Nadie critica. Tantas palabras, tanto silencio. Yo sufro más que usted. No, yo sufro más. Ya, que se lo cree. Pues mira quién habla. No me gusta como escribes. Ni a mí como lees tú. Oiga, no me tutee. No es un tuteo, es una afrenta. Un momento, que es la hora del informativo en televisión. Ay. Disculpe, estoy leyendo los diarios, pero esto ni hay que leerlo todo ni en secuencia particular: los párrafos no son simples referencias, son estructuras que incorporan formas espaciales de percepción y de conciencia. Oh. Perdone ¿qué decía? es que se me ha roto la risa. Juegos de niños. Sí. Aquí. Estómagos contentos. Dos mundos. Millones de mundos. Un ojo invisible mirándonos. Ja. No me creo nada. Escribir no es vivir. Escribir es mentir. Escribir es imaginar. ¿Escribir es dar? no, es recibir, lo que yo te diga. Escribir es escribir. Escribir es amar. Escribir... Amar... Eso, sigan leyendo (me), les deseo paciencia para continuar con esta lectura. Si escriben...que sepan leerles...que sepan que el uróboros u ouroboros (del Griego "ουροβóρος") es un símbolo ancestral que muestra a un gusano, una serpiente o un dragón engullendo su propia cola y formando así un círculo. Según la Enciclopedia Británica, el Uróboros u Ouraboros, es la emblemática serpiente del Antiguo Egipto y la Antigua Grecia, representada con su cola en su boca, devorándose continuamente a sí misma. Expresa la unidad de todas las cosas, las materiales y las espirituales, que nunca desaparecen sino que cambian de forma perpetua en un ciclo eterno de destrucción y nueva creación, al igual que representa la infinidad. ¿Ves? Como un uróboro nunca desaparece mi gusto por escucharte, me hables de tejados con aguas, de playas o de sentimientos. Me gusta acariciarte, ya sea la espalda, un pecho o esa línea debajo del ombligo, tocarte, besarte, morderte, abrazarte, hablarte al oído, reírnos desnudos, tapar tus ojos, lamer tu piel, seguir hasta no sé dónde (“pero…bueno…”) , escuchar tus gemidos apenas contenidos, ver tus ojos que chispean, notar que te descontrolas, que pierde los papeles, que te abandonas, que te gusta, entrar en ti y desvanecernos juntos, ignorar que al principio, sólo se fusilaba a hombres judíos, pero partir de agosto de 1941, también a mujeres y niños: “No tenía derecho a exterminar a los hombres y dejar que los niños crecieran y se vengaran de nuestros hijos y nietos”. Suceden escenas increíbles. Himmler ordena a las SS en Bielorrusia “arrojar a las mujeres judías a los pantanos”. Ellos notifican:”No tuvo el éxito esperado; los pantanos no son suficientemente profundos para permitir que se hundan”. Ahí el viento gritaba María y no recuerdo si en ese año había nacido pero tenía el LP “Are you Experienced” y a Gloria y a Sol les horrorizaba y eso me hacía diferente por una parte y por otra me preocupaba ya que no veía la forma de encontrar gustos comunes y no tenía experiencia - creo que ahora tampoco- para sorprenderles con otras músicas ya que estaba enganchado a Gerry and the Pacemakers y a Electric Prunes, entre otros grupos y ellas eran más de Mina y “Ciudad solitaria” –todas las calles llenas de gente están- y estaba Carmen que ni siquiera sé si le gustaba la música y que ahora se ha vuelto amnésica según para qué cosas o soy yo el que ha cambiado los recuerdos grises por azules y así no hay quién lleve un riguroso estudio de lo que no era, aunque sigo intentando cenas nostálgicas, reuniones en las que hablamos de todo y todo es esto y esto es nada y escribo para, siendo el mismo, ser otro y salir a ver, a escuchar, a decir, a estar a la sombra de un árbol y sentir la vida, así, toc, toc, con el corazón en una canción de Jimi Hendrix, que no les gustaba a Gloria ni a Sol y que a mí, entonces, sin haber nacido todavía, me hacía intuir un mundo diferente mientras el viento gritaba María y Marshall McLuhan sonreía al decir que "El explorador es un ser absolutamente ilógico. Jamás sabe en qué momento va a hacer un descubrimiento extraordinario. Y la lógica es un término que carece de sentido cuando se aplica al explorador". No explico nada. Exploro". Esto no es ni siquiera un acercamiento al borde de una exploración, te lo digo, no creas que se me han agotado las palabras, que mis fuentes del Nilo se han secado, que no sé ya qué decirte. Puedo llenar pirámides con tanto como me inspiras, con tanta pasión como levantas en mi alma, si me lo decía David Hume: una razón evidente de que muchos no tengan un sentimiento apropiado de la belleza es la falta de esa delicadeza de la imaginación necesaria para ser sensible a las emociones más sutiles. Cada cual pretende tener esa delicadeza, habla de ella y quisiera regular a partir de ella todo gusto o sentimiento. No regulo mi delicadeza contigo, tentadora, virtuosa, atractiva, monja, pecadora, con tu lado canalla, con tu lado oscuro, con tu lado brillante, con tu represión, con tu comprensión, con tu curiosidad, con tus deseos de ser tú, la que eres, la que no has podido ser, la que siempre has sido, con tu dulzura, con tu cara B, con tu genio entre tanta suavidad, con tu firmeza, con tu miedo, con tu fortaleza, con tu necesidad de que te quieran, con tanto como eres, tú sola, sin necesidad de nadie, de demostrárselo a nadie, tan sexy, voz mimosa, posturas provocativas, domesticadora de gallos, domadora de tigres machos, tanto, que estoy de acuerdo con Pablo Antoñana en que escribir aminora el dolor. Pero no mata el mal. Y el revés de la moneda es que el dolor o sufrimiento gratuito de quién escribe produce inmediatamente un placer. El escritor es un peregrino de lo absurdo, siempre estará insatisfecho, siempre vivirá en la duda, en el desencanto y en la amargura del no es esto, no es esto” y quizás no lo sea pero mire usted, vacíe los prejuicios que sobre mí tiene como si fuese un crustáceo al que se come los adentros, un centollo sabroso que fue y ya no es, míreme, doña, como a un hombre que conociste hace ya y al que la vida, como a todos, transformó en este que es. Es decir que somos y no somos, que fuimos y somos, los mismos pero otros. Y no quiero dejarte aquí un revoltijo de sí pero no, sino de esto es, o algo así. Ya no sé cómo, si tú estabas asomada en la proa del barco o si yo lo embarranqué en algún arenal costero, sé que naufragamos. Aquí estamos, confundidos, en la isla de desearnos con miedo, de sentir los gritos del alma, de la carne, de querernos comer y no atrevernos. Puede ser que nos falten bendiciones, normas, reglas, consentimiento moral, el libro que diga esto sí, que permita, el visto bueno de quién no puede darlo. Puede ser que nos sobren ganas, de principiantes, de ávidos vigías del placer, que pensemos, pienses, que algo tan dulce deber ser malo por fuerza. Porque, ay, algo nos grita y nos impulsa, un diablo nos tienta, nos tienta mucho, nos hablamos en susurros y el día comienza, aún no ha amanecido, con promesas que esto es lo que tenemos, la vida, las obligaciones, los secretos, este hilo tan frágil, tan fuerte, un bramante que no podemos cortar aunque no nos convengamos, seamos amigos, primos o habitantes del país de todas las ilusiones. Mis besos atraviesan las marismas y se posan en tu frente, buscan tu boca, aunque las escondas, hasta que seas tú y busques la mía, desvergonzada y tú, dueña de tus deseos y de satisfacerlos, deseo del Otro y falta de ser:" No sólo hay que buscar (en el síntoma) el significante inconsciente sino también la expresión del deseo que ese significante elucida. La duración del deseo inconsciente es inextinguible; pero el deseo está sometido a las figuras del significante. Material finito. El inconsciente no está en lo recóndito, sino ahí en la intemperie del lenguaje. "Et je me révéle dans le langage a travers l’Autre. " El Otro. El lugar de Ya-Nadie. Inscrito en la demanda de amor: la falta de ser, cuyo lazo es el Otro. El deseo inconsciente, el deseo del Otro. ¿Quién habla? El Otro. Wo es war soll Ich werden dijo el Maestro Freud. Una frase célebre de difícil traducción. "El yo debe desalojar al Ello", propone Marie Bonaparte. "Yo debo advenir allí donde estaba el Ello", prefiere Lacan. Yo debo advenir allí donde estaba el Inconsciente. El origen. Se escabulle un sujeto al que nada puede satisfacer. Se vocifera que el Universo es un defecto en la pureza del no-ser. Metáfora: ser. Metonimia: falta,” por eso esta metonimia es que me faltas, son cortos los días, llenos de acasos e incertidumbre, de gozo, de miedo, de pasar a planos desconocidos. También son largos, mirando por la ventana, esperando que llegue quién quizás ni siquiera ha partido. Esperamos lo que no tenemos, caminamos por senderos conocidos, nadie va de excursión a la Luna, somos como somos y la única esperanza es pintarnos el alma de verde. Bostezamos en la madrugada, nos miramos dentro preguntándonos donde estuvo el principio y porqué seguimos vestidos de esperanza. Somos como éramos y los viernes se retuercen entre vientos de cambio y árboles mecidos por un fuerte viento del este. Un día hay nubes y otro llueve, eso debe ser el paso por el desfiladero que salva las montañas del miedo. Y no pasa nada, excepto este 2009 tan largo, tan lleno de ansiedad por escuchar tu voz, te regalo este poema de Juan Antonio González Iglesias: Desde que te conozco tengo en cuenta la muerte/ Pero lo que presiento no se parece en nada/ a la común tristeza. Más bien es certidumbre/ de la totalidad de mis días en este/mundo donde he podido encontrarme contigo. Bello, pero no lo suficiente ¿qué demonios se necesita para sentir? ¿Saaabes? pregunta con gesto lánguido la madre de la hija de un torero, una rubia oxigenada con cara demacrada y nariz achatada mientras la audiencia sube ante tamaño sufrimiento, es una víctima reciclada en triunfadora y “a por ellos, oé, a por ellos, oé” gritan las masas mientras unos cuantos mocetones con camisetas uniformadas saltan, se abrazan, se empujan, ríen, seguramente pensando en el dinero que se están metiendo al bolsillo. Qué nivel, Maribel. País. ¡Viva la cultura! Y la experiencia propia, como la de la escritora Mary Roach que en su libro Bonk sobre la investigación científica de la cópula, se quiso aproximar tanto a la ciencia que estudia el placer sexual que acabó metiendo un sensor en su vagina para medir sus reacciones mientras veía una película porno. Sin sensor, espero, ya no sé si es casualidad o intuición, pero te llamo por teléfono y siempre te pillo en un antes, durante o después, quitándote las medias, cambiándote de ropa para salir o porque entras, medio vestida, o en la ducha, desnuda. No me lo digas, miénteme, di que estás con abrigo, con un gorro de astracán. Ay, olvidas que he acariciado tu cuerpo, que te he besado sin brújula, que me quedo extasiado cuando te abrazo, que sueño con estar acostado al lado de tu cuerpo desnudo. Y Amy Winehouse y tú me decís que no, eso no, no, no. Por eso Jean Baudrillard y yo debemos Recobrar la ilusión radical, ya que la ilusión no tiene historia. La forma estética sí. Pero por tener una historia tiene además solo un tiempo, y es ahora, sin duda, cuando asistimos al desvanecimiento de la forma convencional, de la forma estética del simulacro incondicional, es decir, en cierto modo, de una escena primitiva de la ilusión por la que retrocederíamos a los rituales y fantasmagorías inhumanos de culturas anteriores a la nuestra. Pero así, ¿dónde vamos? Tirar cabras desde un campanario, ver películas codificadas, un campeonato de escupitajos, o de quién mea más lejos, quién la tiene más larga, una carrera de zafiedad, una increíble escalada del mal gusto, una competición de brutos, supervivientes que adelgazan hasta no caber en sus bikinis de marca, comer carne cruda, rebozarse en sus propios excrementos, programas extremos, emociones extremas, placer inmediato, se nos ha ido la olla. “Anunga ranga, andaua, andaua” lo próximo es la comunicación por gruñidos, ugh, grrrf, grrrf, brrhch. Ya en Corintios se lee: cuando era niño hablaba y pensaba como un niño. Cuando me hice mayor aparqué mi infancia. Y ya que estaba aparcada, ayer estuve en Rusia con Javier. Hablamos y hablamos. Después vinieron M y otras muchas personas conocidas. La tarde noche formó un tapiz de humanidad tan bello que regresé a casa sintiéndome partícipe de la gran aventura de estar vivo. Aunque conocí tantas historias reales que las que imagino aquí se quedan en cuentos para niños y es tiempo para que Ana Rosetti y yo te recitemos al oído eso de dime, en dónde, en qué avenida tus pies,/ por dónde el rastro, en qué sendero/Tus piernas, esas cintas que el vello deshilacha / y en la ojiva, el pubis, manojo de tu vientre,/la dovela./Crece en tu torno el gladiolo,/llave anal, violador perenne,/ y tres diosas/quieren morder contigo la manzana./La negra mariposa se entretuvo en tu pecho,/en la brizna más rosa ya tiernamente liba./Y tu rostro, en lo alto, ignora todo el fruto/que tu mano contiene./ No lo ignores, pero relájate que, sí, de tanto encogerte por frío y recuerdos malos te vas a absorber por el ombligo y te vas a dar vuelta, una madeja de señorita, un recuerdo de la chica que reía con la cara iluminada, de la mujer hacia la que se volvían todas las miradas playeras, con burka o bikini, con pamela o con el pelo al viento de no saber que estamos de paso, que la tensión se sube a la cabeza y lo mismo se te va el santo al cielo y esto es un infierno imposible de salir sin guía o báculo, sin mapa o piedras blancas dejadas por el último caminante del bosque en que se convierten los pensamientos negros, esos que te muerden algunas noches cuando dejas en la balanza que dos horas gozosas no compensan semanas de espera de no saber qué, o quién, si ya todo está dicho, escrito y ni te imaginabas que de una llamada iban a salir tantos problemas, este agobio de un macho en celo, que no celoso, que te requiebra y quiere prender la hoguera mientras tú aplicas extintores de sentido común y calma, mordiéndote los hígados, ya lo sé, pero en tu puesto, digna como una abadesa de un monasterio burgalés, estoica como una santa Teresa del Niño Jesús, señora como la que más, estaríamos buenos si nos dejásemos llevar por nuestros más bajos instintos, quiá, prudencia y serenidad, cilicios y codos en el pecho del bailarín, distancia y alambres de espinos si hace falta, que no lo hará, pero por si acaso, el amor en un pedestal, la amistad en una urna, nosotros tonteando como chiquillos sin saber donde nos lleva y tú, ahora, dentro de un rato, a yoga, a relajarte con Meyrowitz que se preguntaba: ¿Por qué y cómo las tecnologías que crean nuevos vínculos entre lugares y personas pueden llevar a un cambio fundamentalmente en la estructura de la sociedad o en el comportamiento social? Y es que esta tecnología no impide que cambie el viento de los días, hoy sopla fuerte, mal, torcido, raro, bullicioso, se mete por las orejas, por la nariz, nos despeina el alma, nos llena de presagios, de inquietud, de algo negro ahí sentado, esperando, inquietante, una presencia intuida detrás de la pared del tiempo. Caminamos con la cabeza entre los hombros, las manos en los bolsillos, la bufanda cubriéndonos la boca del sentir, los pies esquivando los charcos de la tormenta interior. No quiero que hoy sea una de esas veces porque no es extraño que John Cage dijera de McLuhan: En sus escritos me gusta el modo en que salta de un parágrafo al sucesivo sin un nexo lógico (...) deja un espacio, un intervalo que permite al lector, estimulado, razonar por su propia cuenta. Saltando así llegué a la conclusión de que esto es muy fuerte para la mente, en serio. Sin decir nada del cuerpo, desmadejado y tenso, frío y caliente, lleno de contrastes, mi cabeza luchando con mis muslos, con mis manos que acarician el aire. No entiendo cómo se puede desear así. Y es que, Bella, cuando nos amamos, de forma natural se juntan en ti la imagen de una niña ávida de sensaciones nuevas, la mujer experimentada que me acaricia sin pudor, la hembra que gime, la experimentada que selecciona posturas, la dulce que musita ternuras, la recatada que junta sus muslos sin querer mostrar sus tesoros, la descarada que obedece a mis dedos ansiosos que te surcan y tocan, que te llevan del espejo a las sábanas, del borde de la cama a la almohada conteniendo tus pechos que beso con tanta ternura que no sé cómo no me desmayo. También está la generosa, la que me pide que goce con ella, que la disfrute, ay, sin saber que estar a su lado, así, es el máximo disfrute, eres un regalo de los dioses, un privilegio, un milagro de los que ocurren una sola vez en la vida, un problema para este pobre hombre que sueña con besar tu cuello, seguir con mis labios hasta tu ombligo y de ahí que sea lo que dios quiera. Pero tu NO de ahora es mi NO y uno es un caballero –lástima- y me quedo con este velo de deseo en la garganta, este cuerpo alborotado y la cabeza dando vueltas a los recuerdos de tu cama. Lo peor es que te has vuelto mala y me tientas con voces tiernas, siguiéndome la corriente, dándome alas para después cortarlas, dejando que me haga ilusiones, doy un paso, dos y me cierras la puerta ¿Quién te ha enseñado estas cosas? ¿En qué manual has aprendido? Seductora. Por eso con Marguerite Duras pienso con frecuencia en esta imagen que sólo yo sigo viendo y de la que nunca he hablado… Muy pronto en mi vida fue demasiado tarde. Para que no se haga tarde y podamos regresar a casa -en eso andamos- por si os habéis aburrido de este intento, lo seguirá recitando en la televisión un presentador con voz gangosa, cada día más gangosa, está claro que este buen hombre ya no cree nada de lo que lee, aunque si Pawels y Bergier piensan que las ondas magnéticas atraviesan la Tierra ¿por qué no puede viajar un pensamiento? Si todos los cuerpos emiten fuerzas invisibles, ¿por qué no pueden emitir un cuerpo astral? Si existe una cuarta dimensión, ¿será ésta del dominio de los espíritus?. Madame Curie, Crookes, Lodge, hacen bailar los veladores. Edison intenta construir un aparato para comunicarse con los muertos. Marconi, en 1901, cree haber captado mensajes de los marcianos. Simon Newcomb encuentra perfectamente natural que un médium materialice conchas frescas del Pacífico. Un temporal de irrealidad fantástica derriba a los buscadores de realidades. Eso es, buscar realidades, lo decía Clarice Lispestor al principio de este intento entre puentes: crear no es imaginación, es correr el gran riesgo de poseer la realidad. ¿Lo es?









56 comments :

Ventana indiscreta dijo...

¿Brindamos por la creación, querido Sir Peter?

Te propongo un Viña Martín o si no éste:

http://www.sinpalabras.com.es/

Besos y a acostar, que arrecia.

Ariadna dijo...

CHAPEUA !!!

Pedro M. Martínez dijo...

Ventana indiscreta, en estos caminos cada uno va por el suyo.
A veces coincidimos. No siempre. Mercedes, hoy he venido a hablar de mi libro, lo siento, no tengo tiempo para brindis, estoy en lo que estoy.
Pero gracias por la sugerencia.
Besos con frío. (puede tener su morbo)

Pedro M. Martínez dijo...

Ariadna, falta nos hará aquí (o algo así) con el frío que hace. Brrrrrr.
Muchas gracias, buenos días.

Tesa dijo...

Pero sin vivir cosas, y sin aprender, sin saber, no se puede escribir.
La imaginación no da para tanto.

Me gustan esas escaleras metafóricas que utilizas en el texto.

Arantza G. dijo...

Creo que sale humo de las teclas.
Fabulador esmerado.
Besos y un abrazo, que hace un frío que pela.

Pedro M. Martínez dijo...

Claro, Tesa, por eso digo siempre lo de apagar la tele, lo de leer buena literatura, lo de estar más tiempo lejos de esta pantalla que esclaviza, lo de atesorar recuerdos para cuando no los haya, lo de los besos a labios reales y no virtuales, carpe diem, lo de arrebujarse junto a otra piel y disfrutar del amor compartido, lo de la ternura, lo de abrazar a todos aquellos a quién amamos (padres, hijos, familia, amigos/as… amantes, a todos, jajajaja), lo de viajar, mucho, en avión, coche, andando, sentado.
También el ron da para mucho (con coca-cola y una rodaja de limón).
Y los recuerdos.
En cualquier caso, te lo juro, la imaginación da para todo esto que he dejado hoy y que espero disfrutes.
Muchas gracias por tu paciencia.

Pedro M. Martínez dijo...

Arantza G., esmerado? las personas que entran aquí no se merecen menos. Toda mi imaginación para ellas (me refiero a las personas)(jajajaja)
¿Frío? Será ahí, aquí estoy en mangas de camisa.

Ariadna dijo...

Velázquez me mira desde Las Meninas sábes? y me dice...tu otra vez por acá!? Es que en mi hemisferio sobra el calor y vos tan frío!
Hoy es lunes mañana martes..ya sábes...
Fuerza.

Pedro M. Martínez dijo...

Ariadna, Velázquez en Las Meninas inventó la pintura total. Pinta lo que el espectador está mirando. Esa tela vuelta de la izquierda contiene justo lo que tú ves en el cuadro. Es un prodigio de composición y técnica, una ventana abierta a todas las interpretaciones.
Admíralo en : http://www.youtube.com/watch?v=zXos0ZQ3W-M
Es lo que tiene vivir, al lunes le sigue el martes y al frío el calor (a veces)
Sí, nos hará falta fuerza.

Arantza G. dijo...

No te lo vas a creer....hace unas cuantas entradas, bastantes, hiciste mención al libro "Una princesa en Berlín" y claro, ni corta ni perezosa puse manos a la obra con el fin de encontrar el libro. Después de preguntar por diferentes librerías en las que me decían que estaba descatalogado y que no me lo podían conseguir, opté por una página en internet de la que suelo hacer uso para comprar esos libros que ya nadie parece querer.
Acabo de recibirlo, está amarillito, el pobre. En breves días empezaré a leerlo.
Un beso de nuevo.

Pedro M. Martínez dijo...

Arantza G., lo he leído dos veces. La primera me gustó. La segunda fue este verano en Berlín. Me gustó doblemente. Espero que a ti también te guste y no te desilusione (ya sabes, alguien te recomienda vivamente una película, un libro, una canción y cuando la ves, la lees, la escuchas, no te parece para tanto) .
Perdona la presunción pero otra vez pregúntame. En las librerías, en general, venden libros como podían vender alpargatas. Repito, en general. Frecuento librerías de viejo, de segunda mano y es bastante sencillo encontrar estos descatalogados. En concreto, este libro salió en una colección de Bruguera que es muy sencilla de encontrar. Va, otro beso.

Tempus fugit dijo...

Sincero... o un poco bruto... pero: me has asustado con todo ese bloque de letras...que además deben de ser, como siempre, estupendas.... luego igual lo leo....ahora no tengo....


un abrazo

Pedro M. Martínez dijo...

De cenizas

0s-30s 76.1 %
30s-2mn 6.7 %
2mn-5mn 4.9 %
5mn-15mn 4.7 %
15mn-30mn 1.9 %
30mn-1h 3.2 %
1h+ 1.7 %
Desconocido 0.4 %

Además de escribir no voy a pretender que me lean.
Pues solo faltaba eso.

Jajajajajaja

un abrazo

Tinta de aterrizaje dijo...

Ensamblamos, especiamos a la realidad en exceso.
Probarla en crudo, con escasas palabras, fluctuando en el barro.
Es la imaginación el más tonto detalle de lo que nos sobra (¿necesario?).

Pedro M. Martínez dijo...

Tinta de aterrizaje, mi silencio de ayer dice más que las palabras de hoy.
Pero esto es un blog, hermana.
O lo era.

No me canso de ensamblar.

Tempus fugit dijo...

Café en mano, volví.
Crear y recrear.No recuerdo quién decía: "copiar a una persona se llama plagio, a varias, investigación"
Introducido el sensor de Mary Roach en el oído, por su proximidad al cerebro(en algunos casos), saltaría por los aires al leer este artículo (se puede llamar así, ¿no?)
Me descubriste el uróboro... será utilizado el conocimiento para el lucimiento personal en alguna clase :)... con su permiso.
Creemos, recreemos..y, por qué no...procreemos.


un abrazo

Pedro M. Martínez dijo...

De cenizas, lo primero agradecer tu paciencia y deferencia, también tu diferencia y la inconsciencia al introducirte cosas por sitios tan delicados.

No solo uróboros, espero, puedes descubrir en este artículo –llámalo como quieras- que solo pretende romper la/mi rutina del blog intentando maneras diferentes. Que está inventado, seguro. Que he disfrutado ensamblando mis escritos con los de plumas ilustres (y no tanto), también. Y mucho.

Quizás no creo pero sí me recreo, y disfruto, ese es el motivo por el que estoy aquí.

Procrear…pues mira, no tengo el cuerpo. Ahora bien, lo mismo pero sin procrear…tú ¿qué crees?

Este abrazo es un tributo (dime la verdad, anda, tonto, ahora que nadie nos lee, venga, chato ¿Cuánto has leído? ¿un 5%?, ¿un 3%?, ¿2 líneas? Venga ya, has visto las fotos y el final. Ya te vale)

mabel g. c.© dijo...

De vez en cuando me gusta chapotear en esta charquita, es imposible chapotear en aguas profundas y todos sabemos que no tiene nigún mérito tirarse de cabeza donde el agua cubre.

Te encuentro inspirado y extendido, muy extendido.

Te trataré como a una reina me dijeron una vez y a continuación, quien lo dijo, se colocó una capa de Heroe imbatible y vino hacia mi volando. Me colocó una coronita de plástico plateada, con sus esmeraldas, rubíes y otras preciosidades de plástico transparente. Después me dio un ramo de rosas de plástico perfumado.

En fin, no era nada del otro mundo ni de este tampoco y a mí también me inspiraba, el único problema es que muy pronto fue demasiado tarde en mi vida...

Voy a desalojar al Ello, no sé si lo conseguiré porque tal como los fantasmas, suele no verse... Ya te contaré, o no.

Jajajaja, saludos cordiales y un beso de cortar y pegar.

Pedro M. Martínez dijo...

mabel g. c., en realidad...

All I Really Want to Do

No busco competir contigo
confundirte o estafarte o maltratarte
simplificarte, clasificarte
negarte, desafiarte o crucificarte
lo que en realidad quiero
nena, es ser tu amigo.

No, no busco pelear contigo
asustarte o abrumarte
arrastrarte o vaciarte
encadenarte o humillarte
lo que en realidad quiero
nena, es ser tu amigo.

No busco bloquearte
ofenderte o golpearte o encerrarte
analizarte, categorizarte
anularte o anunciarte
lo que en realidad quiero
nena, es ser tu amigo.

No quiero disimular mi diversión en tu cara
perseguirte o darte caza, rastrearte o comerciarte
o desgraciarte o desplazarte
o definirte o confinarte
lo que en realidad quiero
nena, es ser tu amigo.

No quiero conocer a tu familia
no quiero suspenderte o apalearte
o seleccionarte o diseccionarte
o inspeccionarte o rechazarte
lo que en realidad quiero
nena, es ser tu amigo.

No quiero fingir contigo
tomarte o sacudirte u olvidarte
no intento que sientas como yo
veas como yo o seas como yo
lo que en realidad quiero
nena, es ser tu amigo.

Bob Dylan

Another Side of Bob Dylan (1964)

LA ZARZAMORA dijo...

Y ya decía W.Benjamin " La Humanidad, que antiguamente, con Homero, había sido objeto de contemplación, para los dioses olímpicos, ha venido a serlo para sí misma. Su alienación, de sí misma para sí misma, ha alcanzado ese grado que le hace convertir su propia destrucción en una sensación de primer orden".

Estos son los deberes que les dejé a algunos de mis estudiantes para Navidad.
Venir, leerte, aunque vengas explayándote y delirando siempre es un resabio agridulce.
No podría contestarte a todo, no por falta de ganas :=)
Si se te acabó la creatividad, ¿qué será cuándo andes creativo???

Besiños.

El peletero dijo...

Yo tengo una escalera de madera que va de la casita del fondo del mar a la casita del árbol. Tanto da si subes o bajas.

Saludos.

gaia07 dijo...

Y creaste.
Sorprendente, exótico, y ¡cuánto dices! entre lo que han dicho.

Claro que “el silencio dice tanto…”, o más, pero solo cuando creas diriges fuegos artificiales en las mentes de los lectores. No todos somos capaces de enfrentarnos al silencio y oirlo, al vacio y colmarlo, a la nada y vencerla.

Si Clarice dice que corres el riesgo de poseer la realidad, corres el riesgo de poseerla seguro. Yo de ti pediría los permisos correspondientes a las damas con derechos, luego no te colará que te pilló desprevenido y pasó sin pensar, jeje

Un abrazo gigante :-D

Pedro M. Martínez dijo...

No me tientes eva-la-zarzamora.

También W. Benjamin en sus “Tesis de la historia” hace una descripción de un cuadro de Klee, "Angelus Novus", y dice:

“Se ve en él un ángel, al parecer en el momento de alejarse de algo sobre lo cual clava la mirada. Tiene los Ojos desencajados, la boca abierta y las alas tendidas. El ángel del historiador debe tener ese aspecto. Su cara está vuelta hacia el pasado. En lo que nosotros aparece como una cadena de acontecimientos, él ve una catástrofe única, que acumula sin cesar ruina sobre ruina, y se las arroja a sus pies (...)

El ángel querría detenerse, despertar a los muertos y recomponer lo despedazado. Pero una tormenta desciende del Paraíso y se arremolina en sus alas y es tan fuerte que el ángel no pude plegarlas. Esta tempestad lo arrastra irresistiblemente hacia el futuro, al cual vuelve las espaldas, mientras el cúmulo de ruinas sube ante él, hacia el cielo. Tal tempestad es lo que llamarnos progreso”.


Gracias por venir a mis delirios (¿?).
Ojala no se me acabe la creatividad. Ni las ganas de buscarla, de trabajar, de intentar estos juegos. Que tú lo leas/veas.
Besos

Pedro M. Martínez dijo...

Coño, El peletero, que escalera tan curiosa.
En una así, parecida, subí/bajé este verano en Lugo.
Es toda una experiencia, subir, bajar, ir, venir, no importa, lo que importa es el movimiento.
Saludos.

LA ZARZAMORA dijo...

Y tú tampoco me tientes...
Mientras la memoria no resuelva su tempestad, no podrá escribir el futuro.
Lo arremolinará la hojarasca, andará perdido, indagará en una eterna búsqueda sin eterno retorno. Se cagará en Nietzche y en toda la filosofía, en la literatura y más.
Seguirá su camino, maltrecha, pero Memoria al fin y al cabo.

Y si bien es cierto que hay peros...

"Pero una tormenta desciende del Paraíso y se arremolina en sus alas y es tan fuerte que el ángel no pude plegarlas. Esta tempestad lo arrastra irresistiblemente hacia el futuro, al cual vuelve las espaldas, mientras el cúmulo de ruinas sube ante él, hacia el cielo. Tal tempestad es lo que llamarnos progreso”.

Al progreso no lo dejo encandilarme, tampoco le doy la espalda...
Las tempestades, ésas sí me asustan.
Pues del Mar sé, y de sus bravucadas me lo espero todo.

Besín.

Pedro M. Martínez dijo...

No vale gaia07, tú eres incondicional. Te has guardado el espíritu crítico y has pasado al 1,9%. Jajajajaja
Gracias, preciosidad.
La verdad es que, modestia aparte, tiene cierto valor el que un anacoreta, un asceta, un cenobita como yo escriba estas cosas. Debe ser la soledad, que me inspira.
Inventar damas tiene el grave peligro de que se corporicen, se materialicen y si una es ya multitud, imagina tantas. No estoy acostumbrado a los tumultos.
Por cierto, tú sabes, cualquier parecido de mi escrito con la realidad es `pura, purísima coincidencia.
Este abrazo no, esta meticulosamente calculado.
Muchas gracias.

Pedro M. Martínez dijo...

Perfecto, eva-la-zarzamora, tentémonos.
Para empezar el futuro no existe y la memoria miente (*), vivimos en tempestad

(*) W. Benjamin nos dice: “Articular históricamente el pasado no significa conocerlo ‘como verdaderamente ha sido’. Significa adueñarse de un recuerdo tal como éste relampaguea en un instante de peligro...El peligro amenaza tanto al patrimonio de la tradición como a aquellos que reciben tal patrimonio. Para ambos es uno y es el mismo: peligro de ser convertidos en instrumento de la clase dominante. En cada época es preciso esforzarse por arrancar la tradición al conformismo que está a punto de avasallarla.”

Vivo en el Progreso, gracias a él, lo que no sé es si yo progreso, creo que sí, quizás no, y qué leches, qué preguntas son estas para un lunes que se muere, frío, con nieve.

Vivo al lado de la Mar, la disfruto y la respeto, un día se cansará y nos llevará a todos.
Pero mientras tanto, ay mientras tanto.
Crear.

Entre tanto, un beso (nada de besines, un beso de tornillo)

Tempero dijo...

Entonces pasa que los libros rebasan las ciudades y entran en los campos, van aplastando los trigales y los campos de girasol, apenas si la dirección de vialidad consigue que las rutas queden despejadas entre dos altísimas paredes de libros.Esa es la siguiente imagen que yo percibí donde antes lo yermo acurrucaba briznas, cardos soliviantados, cactus señoriales y zorros al acecho. Yo quería que sobre aquel páramo recorriese el agua su ímpetu. De lo seco adivinaría vegetación para alimentar el paladar atormentado del hambre. Ya lo tenía, pero en la imaginación. Pero, ¿cómo avanzarla, cómo no quedarme sólo en ella, como no atrancarme? En esos momentos es cuando decido el descanso. Y cuando despierto resulta que el agua se ha bañado en tinta y que el hambre se ha saciado en demasía. El páramo ya no lo es, pero el trigo tampoco, ni los girasoles. El bocado que me quería permitir mientras leyera se me iba a atragantar. Esa era la realidad, la que yo poseía, la que tuve por imaginarme agua

Pedro M. Martínez dijo...

Exacto, Tempero

 Mayte dijo...

Poseer...el principio de todos los enigmas.

Bikiños ys algo de puntillas.

Pedro M. Martínez dijo...

Mayte, poseer ¿qué?

Ariadna dijo...

Qué es un beso de tornillo?

virgi dijo...

...anonadada sigo...
pero vuelvo...seguro...

(¡es que eres un sol!)

Pedro M. Martínez dijo...

Ariadna leo por ahí esta definición

La boca (labios, lengua...) es una zona muy sensible a las diferentes caricias y a través de los besos se pueden expresar sentimientos y pasiones.
El beso de tornillo consiste en sujetar (succionar) con los labios los de la persona a la que se besa, tocándole a la vez con la lengua los dientes, las encías, el paladar y la lengua, a la vez que se mueve la cabeza a izquierda y derecha para poder explorar todos los rincones de su boca mientras le transmitimos nuestra pasión.
Si a la vez le damos un profundo abrazo para que el resto del cuerpo entre en contacto, todas las sensaciones se multiplicarán y el goce será mayor.


Cuando he dado, nos hemos dado, un beso de tornillo no ha habido tiempo para definiciones, la pasión de nuestras bocas la ha suplido, besándonos así nos hemos definido.
Qué es un beso de tornillo? Otra expresión de amor.

Pedro M. Martínez dijo...

Venga, virgi desanonádate y sigue.
Aquí te espero.
Un beso.

ybris dijo...

Te he leído, lo aseguro.
Por eso llego tan tarde.
Y dejo aquí mi admiración por tan buen escritor como eres.
Quizás por ser tan excelente lector como demuestras.

Mi enhorabuena con mi abrazo.

Pedro M. Martínez dijo...

Gracias ybris como soy asiduo lector sé que no soy buen escritor.
Pero sí soy trabajador e inquieto, voluntarioso y agradecido.
Amigo de mis amigos.
Aquí intento, con modestia, la comunicación.
Por eso, también, te abrazo.

Ariadna dijo...

Gracias.
Beso.

Ventana indiscreta dijo...

Arrecho,si Peter, que eres un arrecho, en la tercera acepción, aparte de brioso, que no, que a ti no se te pueden aplicar los extintores del sentido común

Cortejo y fuga

¡Oh llama de mi lámpara!
Ten por un don del cielo
esos circuitos de la mariposa
que son prueba de amor:
cuando apunte la aurora,
o sea en cualquier instante,
su deseo habrá muerto
para siempre.


Te quieres, tus libros son material de dudas, un libro siempre es una duda, una deuda y un don, y un do, de pecho, sir Peter. Que quien lo escribe siempre es nuestro Otro que quiere llegar a un mínimo Yo

A los libros de mi biblioteca

Durarán más que tú,
pero nadie
posará con más gusto su mirada,
aspirará su olor a papel viejo
preferible al perfume más sutil,
recorrerá sus lomos,
los abrirá con igual mimo,
descubriendo tesoros olvidados,
textos, recortes que lo complementan,
volviendo a colocarlos con amor
en el sitio cabal, para encontrarlos
-milicia silenciosa y no violenta-
no en más de tres minutos.

habrá de pasar tiempo,
dejadme imaginarlo,
hasta que se acostumbren a otras manos:
ójala no sean ásperas con ellos.


¿He dicho dudas? ¿Acaso las tengo? Claro Sofía, tú eres de duda permanente, doña Duda, me dijo un cabrón de profesor en Zoología, pero no quiero recordar, sólo de los animales su parcela más lustrosa, la del inestimable gozo del sexo

Dudas

¿Confiar en el mundo colmará
cuanto alienta en lo sueños?

¿O en el esfuerzo del día tras día
aceptar, en silencio, cuanto llegue?


No quiero pensar en las hostias que se llevaría el chaval iraní de la foto que le arrebató la porra al poli. Ésa es la siguiente imagen que me viene, la de la imagen real de una población que sale a la calle a reivindicar lo más natural, el vivir con las menores de las dudas posibles

Alquimia del verbo

Es otro tiempo éste.
Lo ocupas con palabras,
lo mismo que las horas
frescas de la mañana
las gastas en saber cómo va el mundo,
que va mal, como siempre.
Pero este de la tarde,
cuando el sol se despide
dejándole el proscenio
a la borrosa luna
y después a los astros,
éste tiene otras pautas,
otro sabor, distinta consistencia.
Porque en él,
como aquellos mercaderes
que instalaron sus vidas
en el puente del Arno
donde aún permanecen,
tú vas desembalando
con enorme cuidado
los objetos verbales:
cada uno destella
como gota de oro
como gota de luz.

Y con luz suficiente
ahora artificial,
vas palpando sus bordes,
probando sus engarces,
recorriendo
lo satinado o basto de su piel,
lo disculpable de algún lunarcillo,
la hechura de la pasta
y, sobre todo (esto es esencial),
el metal y el batido
y el fulgor de su voz.
Pruebas luego si ajustan
en el orden que intentas levantar
y, si pasan la prueba,
como poco con notable alto,
decides que figuren en el verso.
Echarás mano luego,
tras un suspiro hondo,
y a manera de rúbrica y ensalmo,
de una jaculatoria
que, no quiero dudarlo,
el Olímpico aquel acaso le prestara
a un colega, minúsculo y remoto,
pero colega al fin:
"No pases muy aprisa, instante,
¡eres tan bello!".


Y ya sabes que el cuerpo es lo que nos llena, lo que nos resta, lo que nos une y que, ante todo, lo es todo

Cuerpo

Se intentó lo posible, lo imposible:
negarlo, sublimarlo, resaltar su vigor,
su decaimiento.
Soldar la intolerable dualidad,
exaltar en las artes sus más bajas funciones
a fin de redimirlo una vez cuando menos
de los grilletes de la opacidad.

Fue inútil.Ahí está marcando el paso,
imposible es poner cotos a un fundo
lluvioso, soleado, sibilante, en silencio.
Es igual: terco siempre y correoso,
reñido a muerte -sólo está fatal-
con cuanto aspire a límite o a cifra.


Fue un placer, sir Peter. Ahora sí brindo, y con palabras

P.D. Hoy tuve el día libre.

Pedro M. Martínez dijo...

Gracias a ti, Ariadna.
Beso.

Pedro M. Martínez dijo...

La verdad, Ventana indiscreta , intento decirlo de la mejor manera posible pero solo me salen exclamaciones.
Estoy hasta arriba de trabajo y no tengo demasiado tiempo para dedicarlo a esta esquina y a sus visitantes. Ya pensaré mañana sobre límites e inconveniencias, sobre lo invisible y lo estético. O el fin de semana
Gracias.

Shandy dijo...

Curiosa y creativa colcha de trapos imaginarios y retazos metaliterarios. Digo de su autor, Pedro Glup, lo mismo que "John Cage dijera de McLuhan: En sus escritos me gusta el modo en que salta de un parágrafo al sucesivo sin un nexo lógico..." Aunque en este texto hay un narrador que lleva de la mano al lector, y un hilo conductor: la pasión, el deseo, el amor, característica que define la poesía de Glup 2.0.
Buena tela literaria la de hoy y excelentes las entretelas literarias insertadas que muestran a un buen lector y escritor.

Besos entretelados

Pedro M. Martínez dijo...

Shandy, es decir, una especie de patchwork (casi) literario, ¿no?
Su autor es un gran lector (que lee mucho) y un escritor trabajador (que trabaja mucho).
El resto está en la mirada (generalmente benévola) de quién tiene la amabilidad de entrar aquí.
Como tú ¿ves?. Muchas gracias.
Besos desde el frío.

Xaneira dijo...

>>Bien, entonces la besé. Le incliné la cabeza sobre el respaldo del sofá y la besé, y aún siento su lengua moviéndose inquieta para meterse dentro de mi boca. ¿Comprendes lo que digo? Uno puede vivir obedeciendo todas las normas y un buen día, de pronto, nada importa un pimiento. Se te acaba la buena estrella, ¿entiendes?
>>Pero todo pasó en un abrir y cerrar de ojo. Y luego me espeta: "Creerás que soy una puta o algo así" y luego se marchó sin más.
>>Estaba tan excitado, ¿sabes? Ordené el sofá y le di la vuelta a los cojines.....

Anónimo dijo...

Se le acabó el permiso de maternidad. A trabajar!

Larisa

mirada dijo...

Pedro, tenemos la gran fortuna de ser y estar vivos, eso quiere decir que disponemos de la gran posibilidad de crear.
Y tú lo haces tan bien... pero que tan bien, ¡qué produces belleza a cada paso, corazón! Gracias por ello, por el alimento de cada día...
aaahhhh, se me olvidaba, qué me encanta releerte, de arriba a abajo, de izquierda a derecha, pararme, en silencio, en voz alta también, porque la composición que realizas con cada una de las palabras que eliges son música.

Besitos, tesoro.

ana p. dijo...

Maravilloso mixtura de corazón, mente, voluntad y deseo. Siempre logras que desee ponerme en la piel de tu objeto de deseo. Cómo se sentirá alguien a quien se quiere más allá de lo razonable, de los límites aconsejados por la prudencia, más allá de la resistencia física y temporal. Tengo la sensación de que los sentimientos que describes son esa serpiente devoradora en infinita digestión, el eterno retorno de lo mismo que da lugar a la llegada del niño que rie mientras juega. ¿Cómo será sentirse una diosa? Besos mortales

Pedro M. Martínez dijo...

Xaneira, ese párrafo ¿a quién pertenece?^
Me resulta conmovedor en su inocencia.
Muchas gracias.

Pedro M. Martínez dijo...

Imagino que será tu permiso el que ha terminado ¿no?
Pues nada Larisa, enhorabuena y salud para criarlo (que se dice).
Un beso.

Pedro M. Martínez dijo...

Mirada, a veces, alguien me pregunta si no es mucho trabajo esto de los blogs. Me los quedo mirando y digo “no”, y añado: “tienes la suerte de conocer personas extraordinarias” Y cuando lo digo siempre pienso en ti.
Es que mira que eres una persona extraordinaria, con un corazón que no te cabe en el pecho, con una sensibilidad tan grande que tienes que disfrutar mucho de los días (también sufrir, claro).
Agradezco lo que me dices y lo tamizo porque sé que tu mirada está llena de cariño.
Y espero que nos volvamos a ver pronto.
Un beso, preciosa.

Pedro M. Martínez dijo...

ana p., mi vida normal, la cotidiana, es la de un señor serio, trabajador y familiar.
Esto que dejo aquí es literatura (+ o -) llena de imaginación y esfuerzo.
Conseguir que quién lo lea se lo crea es un auténtico privilegio (otra cosa es que me lo crea yo y se me vaya la olla)
Los sentimientos que describo a veces me sorprenden, me sorprenden mucho.
Con esta nueva herramienta que permite entrar en post antiguos estoy entrando en un puro desconcierto. Me leo cosas que no recuerdo cuando he escrito, cuando he vivido, cuando he sentido. Alucino.

Sentirse una diosa debe ser maravilloso.
Yo siempre me he sentido un pobre mortal.
Un beso vivo.

Y muchas gracias.

Xaneira dijo...

El texto pertenece al relato 'Bolsas' del nada inocente Raymond Carver.

Un suave arañazo.

Pedro M. Martínez dijo...

Ciertamente Xaneira, nada inocente (él, Carver)
El texto, sí (cosa rara en ese chico).
Muy rico el arañazo ¿puedes seguir?

Nikté dijo...

Desde la coronilla a las ingles, desde allí hasta más abajo de los tobillos, en cada nudo me he detenido como una ilusa.

Hoy es otro día, lo se

Pedro M. Martínez dijo...

La ilusión. No la pierdas Nikté, no te importe la cara que se te ponga.
Sigue de la coronilla a las ingles, bien, pero entra dentro, hasta el hueso, donde no hay caras y sí emociones, donde no hay sino verdad, donde brilla, donde duele, donde no hay que fingir porque todo está a la vista. Allí dame la mano y vuelve.
Hoy es otro día?, no lo se

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