Parker penitente
Parker
castiga su espalda con un manojo de pájaros puntiagudos, como un penitente
picado de la Sonsierra, como un monje en la celda de no verla, como un triste
solitario asomando en el horizonte de dientes de sierra donde se oculta el sol.
Está ya muy, tan lejos de esa mujer distante, fría como la noche del encuentro
frente al jardín que arrasaba la escarcha, frente al paisaje de trinos y luces
catalanas, el mar al fondo, una mirada imaginada tras los cristales y ella,
presente, misteriosa, hechicera, gimiendo en sus oídos temblorosos, asustados
de tanta dicha, tanta felicidad llevándoles de las manos entre bosques
mediterráneos.
Al
regreso se borraron los caminos.
No
puede distinguirla en los mapas de su memoria.
¿Dónde
estará ahora?
3 comments :
Recuerdos mediterráneos. El cerebro es una caja fuerte.
Tesa, Parker tiene ganzúa emocional.
canción
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