Intento.
Te
lo cuento. Alguien que viaja descubre un reloj que siempre da la misma hora
aunque no está parado. El reloj no está en un campanario ni en lo alto de la
torre de I está en un cofrecillo sin llave junto a una fotografía de un hombre
sentado/tumbado en el aeropuerto de Bruselas (creo). Ese alguien que viaja pide
licencia para llevar ese reloj en la muñeca y recibe el nihil obstat, una
bendición del obispo de Calahorra y una carta con espumas de un mar del Norte. El
concepto Norte es amplio, difuso, abarca un territorio que va de aquí hasta
aquí (lástima que no puedas ver la extensión que señalan mis brazos extendidos.
Imagínatela). El concepto Sur, en cambio, es más concreto, se asocia con un
sentimiento que va un poco más lejos de lo geográfico. Es decir, que se puede ser o
estar en el Norte y añorar el Sur, se puede estar en el fin de la tierra (o más
lejos) y tener la cabeza en Cádiz (un suponer). La cuestión es estar donde se
está y en otro lado. Inténtalo.
2 comments :
Las personas somos un poco como ese reloj, el mundo se mueve a nuestro alrededor, y nos empeñamos en seguir en el mismo sitio...
El norte es un lugar difuso, sí, mi mente vive allí, entre la bruma.
Tienes razón Beauséant, lo peor es que no cambiamos. A veces lo hacemos cuando ya es demasiado tarde.
Yo vivo en el norte, incluso cuando estoy en el sur (a menudo) vivo en el norte, no sé porqué escribo esas cosas de arriba.
Saludos y gracias.
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