Mi móvil.
Tengo un móvil de última generación, politono, con luces, parece una discoteca. Puedo conectarme a internet, estar horas mirando instagram, enviar y recibir mensajes, whatsApps, mail´s, hacer fotos, mandarlas con una tarifa de oro. Incluso le digo a Siri que llame a Pepe y no tengo que marcar, se conecta solo. Me ha costado una pasta pero es una maravilla de la técnica japonesa o coreana o de por ahí.
Lo miro frente a mi, en la mesa, parece una mariposa, es un bello objeto tecnológico.
Pero no suena el cabrón.
No suena nunca el muy hijo de puta.
Ella no me llama.
Ella, ya, no me llama.
Mecagüen el teléfono y la madre que lo parió.
Lo voy a tirar contra la pared.
Lo miro frente a mi, en la mesa, parece una mariposa, es un bello objeto tecnológico.
Pero no suena el cabrón.
No suena nunca el muy hijo de puta.
Ella no me llama.
Ella, ya, no me llama.
Mecagüen el teléfono y la madre que lo parió.
Lo voy a tirar contra la pared.
4 comments :
¡Qué deseperante es esperar una llamada que no llega!
Quizá hoy ; )
Un abrazo fuerte!
No lo tires, pero déjalo de lado un ratito. Aunque eso tampoco es garantía de que la llamada vaya a llegar.
Un saludo.
María pues hoy tampoco ha llamado.
Quizás mañana.
Estaré atento.
Un abrazo fuerte!
Dorotea Hyde la verdad es que no me llama nadie, no sé para qué tengo un móvil tan elegante. Pero quizás el problema está en que no me entero cuando me llaman. Debe ser eso. Un saludo.
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