Pasividad
Final de las vacaciones como exilio, un intento inútil de atrancar la puerta del tiempo para que no sumen los días, correr en una dirección equivocada con vientos, nubes, dolor en los huesos.
Pasividad en la tentación.
Agosto se corta el pelo para salir bien en la fotografía de fin de mes, se maquilla para esconder los bostezos y las ausencias, se turba ante el cercano enfrentamiento, la implacable vuelta a lo que será, mirar cara a cara a lo que no tiene nombre.
El abismo de lo conocido.
Seguir ahí, lejos de tanto, es una forma de reconocer la derrota, el miedo a la llamada que de todas formas deberá realizar, el cansancio de una situación que se dilata y se ahoga en su propia contradicción.
Eso, volver.
2 comments :
Muy buena entrada, amigo.
Muchísimas gracias, Tracy, te deseo lo mismo.
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