Traidor
A Russian soldier in the Reichstag surrounded by walls covered in Russian graffiti, the Soviets having left their mark on the Third Reich’s headquarters. May, 1945.
Se lo contaba a él, al mentiroso, al traidor. Me lo imaginaba enfundado en un uniforme, no sé de qué, de guardabosques solitario o de vigía de ciclones, de coronel de infantería o de farero en algún puerto de la Mancha, yo qué sé, algo de respeto, con gorro de plato y mallas negras, con cara seria , con la elocuencia de los dedos y el silbido, tanto que al intuirlo mis pájaros huían desde los zarzales hasta un cielo que les traicionaba en su contraste de luz –caían abatidos, claro- , y los pequeños roedores ni te digo, esos sí que no tenían posibilidad de fuga, ahí estaban, con los brazos en alto, contra el muro donde, mirando el más acá sabiendo que el más allá es privilegio de los grandes saurios, de los hipopótamos bailarines y a pesar de todo contaba cosas como estas al tipo aquel, tan serio, tan falaz, que no merecía más tiempo. Sin embargo.
2 comments :
Cualquier similitud con la realidad...
Espero que no me lo dediques a mi jajajjaja
No podia faltar la desubicacion en domingo por la noche y eso que no tomo alcohol
eli mendez tú sabes, seguro, que en lo oscuro siempre hay luz, la cuestión es verla, se esconde, taimada, vestida de nada, oculta, debe tomarse con la punta de los dedos y ubicarla en su lugar, brillando, etc. Estos días aquí, primavera, hace tanto frío como ahí, otoño ¿no? sí. Besos, que se te han olvidado.
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