Parker y la Belleza
Es
fugaz la Belleza y Parker lo sabía mientras abría la puerta de par en par y
ella entraba llevando entre los brazos melocotones, cebollas y
olores de rocío. Gemía la madera a su paso, tintineaba el vidrio en las
ventanas, ondulaban las cortinas con el viento de su falda, el gusano de seda
de las palabras se colaba por los oídos y salía como una mariposa entre sus
muslos.
Para ella preparaba cada día un altar con capullos de petunias, con naranjas, dejaba imágenes de vírgenes morenas, cruces, un pequeño Ganesh, un san Pancracio, el Niño Jesús de Praga, aromas de mirra y olíbano, de romero, de clavo y canela, mantras de om, su corazón, en fin, encima de un plato blanco.
Todo
esto fue antes de la herida de la huida, de la incipiente palidez del recuerdo,
el silencio asomado a su propio abismo, los párpados cerrados como en un
naufragio, las lágrimas que arrasan el puente que Jack construyó.
Después fue el estupor, el dolor como una mellada hoja de acero en la garganta, la búsqueda de un bálsamo junto al fuego hogareño, lo de siempre, buscar la dulzura en las cerezas, yacer rígido sobre la sábana, los pies sobre una pequeña almohada y recitar para el correveidile hasta que la garganta grazne.
Travesía traviesa de muro a muro, Parker se mira en el agua y ese es, ese era, desgrana las palabras que dijo, inventa las que no dijo, se arrastra hasta la pared y aparta huesos y plegarias, se hace fuerte detrás de la empalizada del bla, hipócrita música que disfrace la leve esperanza, quizás se ha equivocado y está en otra estación, en la próxima.
6 comments :
Parker ahora sufre mucho y lo siento.
Me pregunto cómo se puede poner un om en un plato...pero si él lo hacía, me lo creo.
Me cae mejor Parker.
C'est l'amour...
Un beso a Parker.
Pedro... Muchas veces te he leído, desde hace hace algún tiempo, y muchas veces he querido expresar en un comentario lo que me producen tus paisajes literarios, con sus olores y sus sonidos, y tantas otras cosas... Supongo que muchos, como yo mismo, te habrán leído y sentido algo parecido, y la mayoría de las veces no te han/te he dejado ningún comentario; no sé si es porque tenemos mucha prisa o demasiadas cosas que leer y tan poco tiempo para estar escribiéndole a todo el mundo... Me pasa a mí lo mismo en lo que recibo de mis publicaciones, aunque la mayoría no sean de éste sino de otro tipo. La verdad es que no suelo publicar mis 'escritos literarios' en Facebook, ni un ninguna otra red social, y tiene mucho mérito, además del literario, el que tú insistas sin desfallecer en seguir escribiendo y publicando, sin recibir, (aparentemente) "muchas veces" (no sé si son muchas), en equivalencia a tu calidad como escritor, una cantidad mayor de comentarios o expresiones que merecerían, aunque sea en 'emoticonos'... aunque yo sé que para ti eso no es importante y me dirías que no se puede cuantificar ni valorar de esa manera. Estoy seguro de que me he perdido muchos comentarios elogiosos en muchas publicaciones tuyas y seguro que tienes muchos lectores y admiradores y que esto que digo es sólo puntual, una reflexión a bote pronto que quizá no venga al caso o no tenga mucho sentido... Y después de todo esto, qué puedo decir, con qué palabra puedo expresar lo que leo de ti: ¿maravilloso...?, ¿sublime...? ¿precioso...? ¿grandioso...? No sé... No encuentro ahora, después de leerte, una palabra que esté a la altura y haga justicia a la magnífica literatura que haces...
Moony-A media luz, “su corazón, en fin, encima de un plato blanco”, así se sufre, así se quiere, dejando el corazón sobre la mesa, el amor, sí, obras son amores, Parker es un personaje con mucho amor propio, es un forma de vivir. Y la tolerancia. La comprensión. Saber mirar de frente. Saberlo. Y seguir. Un beso entre el frío de la mañana.
LORENZO LÓPEZ CARRILLO
Pero “una palabra tuya bastará para sanarme”. ¿Qué te digo ahora? Muchísimas gracias. Escribir es como meterse el dedo en la nariz, cualquiera lo hace, por eso se le da tan poca importancia, cualquiera es poeta, “en mi segundo libro, en mi tercer árbol, en mi cuarto hijo, Yo más, Yo mejor”, piensan y se pierden el contraste, la diferencia (“nos busques la diferencia, para qué, no viene al caso”). Entro en blogs, leo, quiero dejar comentarios y no sé mentir, lo peor es que se lo creen. De vez en cuando una joya brilla y me alegro, aplaudo. Aquí, ya ves, no entra ni dios, los comentarios son un artículo de lujo, es imprescindible quererse mucho, tener fe en lo que uno hace, tener tiempo, ganas, buscar el estímulo en la convicción, en la ilusión, eso, ser un iluso, un gil, la recompensa está en otra parte, la recompensa eres tú, hoy, muchas gracias, no solo por lo que dices, por tomarte el tiempo, por “entender” lo que hay detrás de la constancia, del trabajo. No se le puede dar carrete a un tipo como yo porque te cuenta la vida en un plisplás, solo un apunte, escribir está devaluado, “leer” es de otro siglo (no del XX, del IXX o de antes), cuando dejo aquí algo que me gusta, de lo que me siento orgulloso, donde he dejado el alma (no exagero, o sí, pero no se nota) y tiempo recibo cestas de silencio, bueno, una cesta vacía, a veces dejo unas pinceladas de esas de diez minutos y alguien, generoso, me dice “muy bueno lo tuyo, chato”. Es una tendencia. A esta faceta debo dedicarle el tiempo justo para no descuidar otras, a saber, ser buena persona y practicarlo. Así andamos. Termino.
Algo que te escribí hace un tiempo pero no sabía cómo hacértelo llegar. Hace unos 18/20 meses, paseando por la Orotava, entusiasmados, de una casa sale una señora mayor, con el carro de la compra, por la puerta entreabierta se adivina un patio precioso, se lo decimos, “Ah, ¿les gusta?, pasen, pasen y se lo enseño”, y nos enseña el patio y la casa entera, sin conocernos de nada, una casa llena de cuadros importantes, de historia, de objetos, de antigüedades, de muebles sólidos, me da apuro, la señora nos cuenta, de sus hijas en el extranjero, orgullosa de su difunto marido, cercana, cariñosa, todavía hay personas así, nos invita a un café, le decimos que no, agradecidos, nos despedimos para no abusar, salimos entusiasmados de la hospitalidad, de la buena fe, de encontrar tan buena gente. Se lo cuento a la tarde a mis amigos tinerfeños y qué les voy a contar si ellos son iguales. Al día siguiente se lo cuento a otra amiga paseando por Anaga, “aquí somos así”. Sois así, sí, qué maravilla.
Pues eso, buenos días, muchísimas gracias.
Los comentarios empezaron a tener otros propósitos que se fueron afianzando ya en las redes junto con los seguidores, me gusta.
Es así como es más importante la posición SEO, vales por los enlaces, los comentarios, el número que generes. Lo que se produce solo va en función de eso. Calidad o no calidad da lo mismo.
Por lo tanto los comentarios son números no valoraciones o compartir.
Entonces se produce un mecanismo: te pongo, me pones y por supuesto un trabajo insesante recorriendo todo y dejando una señal.
Es un sistema como cualquier otro que require un tipo diferente de creación y de intercambio.
Y en tu caso glup, estoy segura que hay mucha gente que lee, que valora lo que escribes. Por ejemplo yo te leo todos los días. Pero por tu estilo, lleno de sugerencias, de imágenes, de una riqueza grande, intenso y subyacente, con tantas lecturas, es lógico que sea difícil comentar sin caer en lo trivial, porque cómo expresas la intensidad con que llega y la elaboración de cada lector.
Tú literatura se respira.
Luz , lo primero, muchas gracias.
Después, me alegro mucho haber salido de esta historia de comentarios quid pro quo, comento solo lo que me apetece, poco. Eso de la posición SEO me parece ciencia ficción. Respeto mucho que cada uno/a busque en los blogs lo que le parezca. Pero, por ejemplo, me parece poco elegante un “anuncio” que he visto en los comentarios de tu blog que no tenía nada que ver en absoluto con lo que tú contabas. En fin, hay gente pa´too.
Llevo tanto tiempo en esta historia que ya la he entendido, la única satisfacción viene con uno/a mismo/a, con el trabajo bien hecho, con independencia de su “calidad” (que es muy subjetiva viendo algunos gustos sobre literatura, también muy respetables). Oye, yo qué se.
Muchísimas gracias por todo lo que has dicho.
Saludos sin mascarilla
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