XXI
No es
este el sitio, no, donde dejar la espuma del corazón, los mirlos amaestrados
que canten los días impares, la bestia que ruja su miedo. No es el lugar
soleado donde reíamos después de la siesta, donde nos amábamos de lado a lado
de aquella cama que llenábamos de ruidos y juegos. La sequía vive en mis
brazos, los ojos se han llenado de ortigas, miro sin ver y grandes
piedras rojas impiden el paso a los romeros en el camino. Hay sueños embozados, hay insectos
transparentes, hay un mulo pardo que atropella a los caminantes, hay un tatuaje
infamante en el hombro derecho de la mujer que mira. No es este el sitio.
2 comments :
Hoy dejo poema:
Si el hombre pudiera decir lo que ama,
si el hombre pudiera levantar su amor por el cielo
como una nube en la luz;
si como muros que se derrumban,
para saludar la verdad erguida en medio,
pudiera derrumbar su cuerpo,
dejando sólo la verdad de su amor,
la verdad de sí mismo,
que no se llama gloria, fortuna o ambición,
sino amor o deseo,
yo sería aquel que imaginaba;
aquel que con su lengua, sus ojos y sus manos
proclama ante los hombres la verdad ignorada,
la verdad de su amor verdadero.
Libertad no conozco sino la libertad de estar preso en alguien
cuyo nombre no puedo oír sin escalofrío;
alguien por quien me olvido de esta existencia mezquina
por quien el día y la noche son para mí lo que quiera,
y mi cuerpo y espíritu flotan en su cuerpo y espíritu
como leños perdidos que el mar anega o levanta
libremente, con la libertad del amor,
la única libertad que me exalta,
la única libertad por que muero.
Tú justificas mi existencia:
si no te conozco, no he vivido;
si muero sin conocerte, no muero, porque no he vivido.
Luis Cernuda. De Poemas del alma.
Y un beso en su sitio.
Me gusta caminar por tu blog.
Pero te digo, si la "sequía vive en tus brazos" acabarán siendo el recodo de un desierto. Debes caminar hacía las lluvias y el mar.
Un saludo.
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