XXII
No es
este el lugar y lo sabía, no supe encontrar otro, necesitaba la inocencia y
los crepúsculos, la mirada detrás de la cortina, la sonrisa apenas vista entre
paso y paso de baile, el vals cuando todos se han ido, ablandar entre las manos
los nombres desgajados, los nombres en el polvo, aquellos que ya no son. Este
no es el sitio que nos llevó a Ribadiso da Baixo, al beso que aún dibujo ensimismado, mordiéndolo para que no se vaya, abrazándome a sus piernas, el
beso. ¿Quién habla ahora?
1 comments :
La nostalgia. O por lo menos cuando te leo creo/siento que es ella la que te/me/nos habla, la que nos mira en este lugar.
Besets, regocijantes!.
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