No ceder.
Defectuosa formación del plural
Cuántos días baldíos
haciéndome pasar por lo que soy.
Máscara sin memoria, líbrame
de parecerme a aquel que me suplanta.
Uno solo será mi semejante
José Manuel Caballero Bonald
Comienza
el frío en este final de noviembre con días más y más cortos.
Escribo
para mí, tal vez para nadie más, ni siquiera para ti.
Quizás
ha vuelto el carnaval y quiero disfrazarme, vestirme de otro, no ser yo aunque
ya no llueva.
Este
es un elogio del futuro, es decir mañana, es decir otro tiempo que este que
pasa por la ventana y gatos en el tejado, ojos que no miran, boca que dice,
orejas cerradas que no escuchan, el búho vuela sobre el mapa y en honor a la
verdad esta es una caja que encierra otra caja llena de frases engarzadas, que
encierra otra caja llena de ceniza, que encierra otra caja llena de blancos
silencios goteando más silencios, que encierra otra caja, la última, donde un
hombre desnudo se pregunta ¿qué más hay?, ¿es solo esto?, ¿solo esto? y no se
conforma y además se le ha pasado el turno y los otros juegan al juego de reír
y se han terminado las caretas en los almacenes de almas y sí, te recuerdo en
este día que parece carnaval con calles llenas de mujeres y hombres disfrazados
de ellos mismos.
Disfraz, persona unitiva
Lezama
Lima
1 comments :
Cuando emitimos el primer llanto lo hacemos desnudos. Enseguida nos cubren la piel, tapándonos. La inocencia no conoce de vestiduras y no nos aprietan las sisas. Las visicitudes de la vida nos procuran envolturas, que a modo de armadura, nos cubren para protegernos de los posibles golpes que tenga a bien ofrecernos. Pero el yo, lo que somos, permanece intacto aunque esté en modo "cebolla", cubierto de capas. Y mostramos la cajita menuda en la que nos refugiamos, en donde moramos, a quien consideramos merecedor de enseñarla o se gana el derecho de abrirla. Hemos aprendido a querernos.
Besets!
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