Zanzíbar
Me he pasado el día
junto al faro tratando de terminar el capítulo de hoy.
He escrito y escrito.
No me gustaba, nada.
Al volver a la
habitación, sobre la cama, con una tijera de las uñas he cortado en finas
tiras, uno tras otro, los papeles de los apuntes y los he dejado volar con el
viento de poniente.
Ahora, sentado en la
puerta de la pensión me bebo el crepúsculo que ha llegado tan pronto.
No quiero pensar en la
vuelta, la tortuosa carretera de Nungwi a Zanzíbar.
Eso será mañana.
Esta es la noche con
Liz, la hija del doctor Emerson.
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Y muy probablemente después de esa noche, el camino de regreso no sea tan tortuoso ;)
No creas, Ning Jie, tiene muchas curvas.
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