Quién se perdió lo sabe.
La sorpresa es un afecto y por ello un efecto. Podemos pensar que la sorpresa es la emergencia de algo cuando nada se esperaba, pero la sorpresa verdadera, la sorpresa en sentido analítico, se produce sobre el fondo de lo esperado, de lo esperado a nivel del inconsciente. Si consideramos al inconsciente como una escritura, originando con ello los cuatro modos lógicos que conocemos, si calificamos algo como posible, estamos diciendo que su acontecer no nos sorprenderá. En efecto, lo posible no sorprende: sorprende lo que adviene, como contingencia, sobre el fondo de lo imposible. O sea, que sólo hay contingencia porque hay imposible y al revés, teniendo claro que la contingencia queda del lado del acontecimiento, mientras que la sorpresa es del sujeto. ( J. Antonio Naranjo)
Uno, un día, quizás, se pierde en un recodo y descubre otro universo.
Allí hay más vida, diferente, nueva, con colores del verde al añil, con tanta dicha que respirar es un ejercicio divertido, con un placer tan intenso que lo eterno es corto, el cielo, pequeño, el ahora, un siempre desmedido.
Quién se perdió lo sabe.
Lo duro es el regreso.
5 comments :
perderse en uno mismo para encontrarse en la esquina donde la oscuridad y la luz son frontera.
Hada mayúscula, lo duro es el regreso.
Regresar.......para volver al principio.........no gracias!!!!
...........por cierto me gusta la música de tú blog........
Hada con mayúsculas, exacto, volver para eso es tontería.
La música la cambio frecuentemente. Me alegro que te guste.
Gracias por tus comentarios.
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