Esbozo del verano próximo.
....Hijos
míos, el hombre es ya como uno de nosotros: conoce ya el bien y el mal desde
que ha gustado el fruto prohibido; pero solo puede vanagloriarse del mal ganado
y el bien perdido: mucho más feliz hubiera sido si le hubiera bastado conocer
el bien por sí mismo, y de ningún modo, el mal. (Milton J. El paraíso perdido.)
En estos últimos meses G se altera, está alterado y escribe, ciego, tanteando el espacio, está buscando, aún está buscando, con su candil escruta en la oscuridad de tantos días, lleva una linterna en la frente y se introduce en sus propias simas, en las profundidades de sus deseos, en la exploración sistemática de sus cuevas más allá de lo consciente. Imagina, sensible, herido de amor, convaleciente, se debate en su sí pero no, se escuda detrás de una catarata y mojado escribe y sueña, escribe con los ojos de su cabeza escrutando los signos porque sabe que jamás, jamás, será lo que era. Todo eso le tiene intranquilo, inseguro, con ansiedad, pero no tanto como para perderse en este esbozo del verano próximo. Suben las temperaturas, hay bochorno y G muere en el río, debajo del puente en el que, desnudo, se refugiaba de los rumores y de la incomprensión.
4 comments :
Sin palabras.Un abrazo muy fuerte a G Y por supuesto un beso escritor para ti. Escrito muy profundo.
Muchas gracias, Encarna C, me lees muy bien. Abrazos.
Bien, está (G) de introspección. A veces, incluso sin desearlo, uno se monta en el batiscafo y emprende una inmersión profunda hacia sus abismos.
Y algunos desde fuera, se creen que ha muerto, en el río o en el océano... Pero no, que no estaba muerto, que estaba solo, ya sabes... de parranda.
Ning Jie, rebuscarse por dentro tiene esto de que sarna con gusto no pica y así a nada que uno tenga las uñas largas enseguida llega a donde no quería llegar y mataron al gitano Antón.
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