Dibujar con tiza pájaros azules.
Dibujar con tiza pájaros azules,
dejarlos volar por las paredes.
Entrar con ojos limpios en la noche,
dentro de la noche está una verdad.
Mañana es esperanza.
Cubrir con lonas oscuras a los
muertos inocentes, quemar palomas en su homenaje, gritar hasta que la garganta
sangre. Gritar dignidad y hambre y miseria, cortar el cuello del universo,
descuartizar la primera idea.
Estar triste, es decir, estar.
Romper el silencio, ser el silencio. Este soy yo. Hablo. Ser todo. Ser. Rasgar
la cortina y mirar a otro. Ser Otro, Otros. Cumplir el ciclo, luego morirse.
Llegar a ser el que eres. Inocencia
perturbadora, la vida en las palabras que no viven. Decir lo que no dicen.
Miedo. Miedo. Miedo. Apenas queda tiempo. Digo tiempo y digo no soy. Digo
tiempo y digo miedo. Digo miedo y digo el poema. Escribo el miedo y el poema.
Después la tarde cae como una bestia
pacífica, enorme, bamboleándose por el camino a ninguna parte, la veo desde la
ventanilla del carruaje que me lleva a no sé dónde. Los ojos en zozobra. El
viento en la frente. Embriaguez de frutas. Agujas enhebradas.
Anochece.
He perdido la mirada, he perdido la
palabra.
No sé volver.
2 comments :
Querido Pedro: Te he leído en un momento algo triste y la ráfaga de tus palabras me ha entristecido un poquito más.
Un abrazo
(tranki que yo me recupero rápido)
Virgi, espero y deseo que ya no estés triste. Mucho menos por mis pobres palabras. Un beso.
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