Ir al cuerpo y a los sonidos, al bulto.
Supuestos.
El deseo es un lugar que se abandona
la verdad desaparece con la luz
corre-ve-y-dile
es tan aguda la voz del deseo
que es imposible oírla
es tan callada la voz de la verdad
que es imposible oírla
calor de fuego ido
seno de estuco
vientre de piedra
ojos de agua estancada
eso eres
me arrodillo y en tu nombre
cuento los dedos de mi mano derecha
que te escribe
me aferro a ti
me desgarra tu garfio carnicero
de arriba abajo me abre como a una res
y estos dedos recién contados
te atraviesan en el aire y te tocan
y suenas, suenas, suenas
gran badajo
en el sagrado vacío de mi cráneo.
Contar (mal) la realidad puede derivar de ser
una cuestión aburrida (dumdumdum) a algo patético (sssszzzzzzz). Imaginarla,
según cómo lo mires, también puede ser patético e incluso patológico (uy, uf,
upa). Sobre todo si lo imaginado sustituye a esa realidad que decíamos (ayer,
Fray Luis de León/Unamuno/otros, anónimos).
Inventar historias puede ser un ejercicio
divertido (je,je), creativo (cof, cof, cof), estimulante (aúpa tú) o una
porquería (caca, nene). Cof.
Luego está lo del dangerous writing
(Palahniuk por ejemplo, pero no solo) o de retorcer las palabras (Jack the
ripper) hasta que se les ponga cara de
no (poder) decir nada (nada, sigue nadando). Siempre subo al metro en Atocha y
(varias horas después) bajo en una estación al otro lado de una ciudad (que no
es la mía, porque como todo el mundo sabe vivo en Milwaukee
aunque soy de Bilbao) y allí me atracan (de esto puedo hacer una historia pero
no tengo cuerpo)*.
También puedo hablar de cuando, de con quién,
de porqué ya no, de porque ya sí, pero si no me importa a mí (mentira) tampoco
os importará a vosotros (¿o sí? curiosones).
Tenía otro texto preparado (…Entre las sábanas que bordaba Cristina,
escondido, abrazado a sus piernas, ajeno a los gritos de…) pero me
ha parecido puaf y me decido por este menos ogh, más apresurado, zuuuuuuum.
Se aceptan donativos, ideas, dádivas diversas
y aliento (en la nuca, no). Que mi mano derecha no sepa lo que recibe la
izquierda) (¿lo que recibe la izquierda?, me ha salido así, sin pensarlo. Tranquila,
Alaya.) .
Con este texto busco (semi) enfadarte (mejor
que llegar al insulto personal que eso no está nada bien por lo de la educación,
porque si te conozco, mal y si no te conozco, peor, que lo mismo eres un
mocetón alto, un bigardo malhumorado o una karateka espontanea y zass, zass, un
golpe en la nuez de Adán como en aquella película de Spencer Tracy que era
manco pero con la mano que sí, zasca, zasca, daba unos golpes que para qué ¿la
has visto?) al no recurrir a los habituales trucos
amorosos/ardorosos/tormentosos de mis textos testiculares de a veces, de aysss
y ohhhs y así y eso, mi amooor.
Mi amoooooooooor.
Aburridito estoy de tantos amores inventados
y no comerme un colín.
Hoy tampoco…excepto qué…pero no creo que
llame…o sí…ojalá…
Queda inaugurado este texto del viernes.
Plas, plas, plas. (están pagados, una pasta,
oiga)
*Si tengo cuerpo, que lo diga Conchi.
4 comments :
¿Y en qué medida busca que se (semi) enfaden con usted? Porque puede haber varios grados dentro del (semi)... o mejor que grados, que puede equivocar en cantidad y pretendo preguntar por la calidad del (semi) enfado, puede haber varios tipos de (semi) enfado.
Claro que, diferenciar (semi) enfados podría hacernos caer en el retorcer de las palabras hasta que se les ponga cara de no decir nada y no ser ni por calidad ni por cantidad... afú...
Y lo que no es ni bueno ni malo ni frío ni caliente se tilda de aburrido, según el tiempo de exposición, podría rozar lo patético... afufufú...
Bue! No sé si con buena o mala suerte para usted, las onomatopeyas registran picos de distensión... en una sana tensión... Tensión que distrae un poco de los habituales trucos amorosos, que digo yo que hasta usted hablará de vez en cuando, además de "aysss" y "ohhhsss" y "(coloque aquí lo que... eso, suene a)" sí?
(mira que si es lo contrario de lo que pretendía, Pedro... nada, lo tachamos y que nadie se entere y a ver si cae el semienfado,... no se preocupe!)
A ver, antes de marcharme sin hacer ruido... para que vaya entrenando, o recibiendo en la derecha, o lo esconde en la izquierda. A mí me ha mosqueado darme cuenta de una cosa... lo de no comerse un colín me llevó directa a comprobar que me sé la letra de una canción de Mecano enterita... una con un vídeo de Pe (Pe que gritó Pedro en un escenario más cercano a Milwaukee que Bilbao) [risas, que dicen]
Con este comentario busco (semi) tocarle la moral [risas], Pedro... (semi) seguirle el juego (aúpa usted), que el riesgo de quedar en porquería (caca, nena) simule un plas,plas,plas a su divertido ejercicio creativo (jejecofcofccof todo junto que se unieron)
Se me hace ridículo 'onomatopeyizar' un beso de buenas noches, que siempre queda (mal) (dumdumdum) y hasta (sssszzzz) y se hace dangerous kissing.
Beso inventado, que no caiga en lo patológico, ni en lo sustitutivo ni repita en lo patético, con que se haga (jejecofcofcofaúpatú) ya es de plas,plas,plas.
Gusto seguirle! Buenas noches, no me puedo creer que sea viernes ya...
Fantástico el poema de Blanca Varela, que fichamos para ZdeP. Saludos y gracias por la selección, es Vd un crack.
India, habilidades, por ejemplo nadar. Que iba de jovencito a la piscina y “Pedro, empieza con 1.000 crawl” me aburría pero los músculos de los brazos se definían y tenía en mejor tríceps de mi calle. Eso me sirvió para respetar al mar y sin embargo para “tirarme” a la más mínima ocasión de brazos entre las olas, “se ahoga, se ahoga”, que luego, en la arena, ni me daban las gracias, que quién les mandaba meterse al agua, donde cubre, sin saber, nadar. También saqué a muertos que, claro, estos no me podían dar las gracias, pero sus familiares que digo yo que no todos serían huérfanos o tendrían hijos, deudos, yo qué sé. Ingratitud. El Cantábrico es un mar fiero, hay habilidades fieras, que muerden, por ejemplo usted tiene la habilidad de emocionarme, vale, sí, soy un tío sensible que se emociona fácil, que ya no puede/o ver películas de niños y ancianos, de sufrir, porque sale/salgo como una plañidera egipcia, una llorona (ay de ti llorona, Chavela) en masculino porque eso sí, masculino como yo solo. A veces asocio agresividad con masculinidad y no tiene nada que ver, lo sé, pero me mido con un tsssst, que bueno soy, que eso no me lo dice usted en la calle y nunca salen. Contestar a sus amabilísimos comentarios tiene para mí el estímulo del desafío, que muchas veces no sé si me está diciendo H o qué cosa, que no hace falta entender para sentir (ni mucho menos) pero lo siento, lo siento aquí (la nuca, por ejemplo) y me olvido que esto es público y lo digo y me abro la camisa como un fervoroso creyente de lo bello y enseño mi corazón sabiendo que nadie se atreverá a clavarme un puñal (lorquiano), que bueno soy, que cito al toro desde el 7 (siete) y se distrae con los monosabios no sé si para despistar o que los toros son así, despistados.
Cambio de tercio. Tengo amigos/as de aquí, de los de carne (y hueso) a los que no he abrazado nunca (muchos/as no se dejan), quita, quita, que esas cosas no son de hombres (dicen los hombres) o son de demasiado hombre (dicen las mujeres) y va a ser que no. En cambio (atenta aquí, India), por medio de estos humildes trabajos he conocido a personas de todos los lugares (del mundo y no exagero, o sí, pero poco) y nos hemos abrazado y ha sido como si nos conociéramos de siempre y siempre o nunca son espacios de tiempo cortos (una vida) y eso da sentido a la presunta soledad de estos muros, blogs, webs, páginas, bitácoras o cómo los quieran llamar, yo los llamo comunicación, entrega, trabajo, amistad, amor y si no, pues no.
zUmO dE pOeSíA (emilia, aitor y cía.), disculpen, ustedes son así de normal o entrenan (no es una pregunta). Me parto el alma cada día intentando escribir un texto diferente y ustedes insisten en alabar los poemas ajenos que escojo o en criticar que el poeta X no usa mayúsculas. Hostias. Llévense lo que quieran pero no me lo digan, tengan la decencia y el buen gusto de no decírmelo. Que esto me lo espetan así, tan finos, en un bar (por ejemplo) y les volteo por encima de la barra, a todos, a Emilia, a Aitor y a Cía. Aguanto una, dos, tres pero ya vale, manda huevos, no me los toquen, joder, ya vale (bis).
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