Amante balsámico.
Los días que tú cuentas tiene el mundo:
pues cuando tú no estabas, ¿qué de real había?
(Alfonso Canales)
Amada mía, quisiera ser bálsamo sobre tu piel, ungir tu cuerpo suavemente con densos líquidos que disuelvan esa tristeza que te viste, casi imperceptible, delicada como una invitada educada pero no deseada, esa sensación que tú, estudiosa de ti misma, quieres atrapar y etiquetar, rotular, saberlo y ya. Pero no, porque también temes que mi peso, a veces grato, se convierta en lastre para lo que te guía, te mantiene, te sostiene, te impulsa, es lo tuyo, no te reconoces y una fuerza se superpone a otra, demasiadas cosas ilógicas en tu reino lógico.
Aunque,
tú, oh cariño, reina, amor mío, mi dueña preciosa, mi corazón delicado, mujer
diferente y bella, no leas esto como si fuese un catecismo antiguo, una verdad
absoluta, dejo fluir mis palabras y las escribo instintivamente, sin pensarlas
dos veces, no las adorno, salen solas, no las releo, reflejan el ahora, siempre
etéreo, siempre flotando entre el antes y el luego. Aún así, también van
impregnadas de ese bálsamo amoroso que quisiera extender sobre tu cuerpo
inmóvil, gimiente de placer, sobre una sábana blanca, nívea, con toda la luz
entrando por la ventana, con la música que más nos guste acompañándonos,
meciéndonos, mutándonos en sumos sacerdotes de nuestro propio sacrificio, en
criaturas transparentes que bailan sin otro equipaje que la ilusión de haber
sido.
Entre
suspiros te beso, conflicto.
2 comments :
Tengo yo una especie de propensión a ponerme en el pellejo de las palabras que escribe, Pedro, que cualquier día me costará unas palmaditas... así en plan cariñoso, pero 'anda, anda, niña... tira, que abultas poco pero no veas si eres puntillosa'
Reinos lógicos, guiar, sostener, impulsar... no me cuadran, juntos, digo... Lo del catecismo antiguo le devuelve, quiero decir, que desde el pellejo en el que una se sitúa al leerle, esa parte es la que juega con el rizo... como un bucle en el pelo en el que nos entrenemos jugando sin darnos cuenta porque, en realidad, el dedo está en el bucle pero la cabeza y algo más está organizando detalles... y quizás, el dedo que juega con el rizo luego sigue jugando, tal vez... a no dar por hecho que se reconoce en ser el mismo que enredaba en el pelo...
Hagamos una pirueta, Pedro (aunque sea de mañanita tempranera jeje)... unamos lo dicho con una pirueta en tirabuzón y zas! su peso sobre usted, ¿lo nota?... y si fuera ese peso el lastre que la amada temiera y no el que usted relata? No sé, me cuadra más en una persona que arrastre tristeza así, como la describe usted... a veces tienen miedo de dañar o resultar un problema... digo, no sé...
(Ha molado esto de la pirueta y las superposiciones, eh! flotando entre el ayer y el mañana y su suspiro que es una respiración que se hace notar...)
Un abrazo de buenos días! Lunes... pero ay! pereza... casi mejor buscamos un filtro azul y nos apropiamos de ese entre ayer y mañana, el antes y el luego de su relato, Don Pedro... le piso permiso, vaya... para apropiármelo... que los lunes sí que pesan como lastre jajaja
*Hablando de música, el tema de John Zorn suena delicia... (otra propensión mme encuentro! las 'Z'!!! jajaja
En la pirueta, su peso sobre usted, mal escrito... el peso la amada sobre usted... de la otra manera lleva a error... (ay!el lenguaje! afú!)
Publicar un comentario