Carta del amante sobrecogido.
...para amar es preciso hablar, el amor es inconcebible sin la palabra, justamente porque amar es dar lo que no se tiene y no se puede dar lo que no se tiene a no ser hablando, porque es hablando que damos nuestra falta en el ser...
Mi amada, soy normal y tú no, porque el concepto de normalidad lo pongo yo y tú estás en otra calle donde no circulan tranvías cargados de turistas, ni coches de caballos desmayados al sol. Estoy loco y tú no lo sabes, porque aunque el concepto de locura lo tienes bien interpretado, estudiado, no has definido ni conoces mi desarreglo cotidiano. Porque no se estudia en los libros, porque no sabes las cosas que hago y que no hago para estar contigo, por estar contigo.
Cuando te enfado con mis celos hacia tu marido, enfurruñada, me dices que me vas a matar, y no sabes si me gustaría, no que me mates, pero si que me hieras de ternura, que me ates con las cuerdas de tus besos, encadenado a tus gemidos en mi oído ansioso, ahí, inmóvil, como Gúlliver en la playa, bajo tus labios hábiles recorriéndome los párpados lenta, suavemente, perdido en el bosque de las yemas de tus dedos tocándome cada músculo, haciéndome vibrar cada terminación nerviosa, poniéndome a las puertas del grito gozoso, sometido a la tiranía de tu ansiedad, llamándome, exigiéndome, lamiéndome, mordiéndome, repitiendo mi nombre sin parar. Y luego te liberas de pudores que ya no tienes e intentas buscarme en caminos nuevos y la habitación de este hotel, a oscuras, te protege del rubor, me usas sin recato, me pides, me ordenas y yo, entre tus brazos, apenas puedo hacer otra cosa que obedecerte, entregado, tuyo, siervo. La noche cae sobre nosotros y no nos damos cuenta porque nosotros somos la noche y buscamos el amanecer así, abrazados, sudorosos, rendidos, nos levantamos desde una confusión de almas y de piernas, de ansiedades cumplidas y esa mirada aún nos mantiene apasionados, cómplices, fundidos en el secreto, en el misterio de por qué ahora y por qué nosotros.
Y resulta que ni siquiera es de noche y además no llueve.
Pero te busco, mi amada, bajo la luz sobrecogida de mi deseo.
14 comments :
Es la normalidad de la locura.
Y es que nadie se conforma con ser normal y se abandona al sueño en que nos usan y abusan.
Abrazos
Y me lo pones sin comas y me lo como entero y muero asfixiada y me bebo tus letras...
Que si me dejas sin aliento no es por la puntuación, es por el hilo que une cada una de las letras, y con ellas las palabras, y al fin los conceptos sobre (o bajo) unas sábanas blancas e impolutas que permiten que nada desvie mi atención sobre tus deseos.
Por supuesto me cuentas tus sueños y yo te digo, quiero que me amen así, sin recatos, sin pudores, sin anestesia, sin alprazolam, solo con la sábana blanca a modo de tapiz dispuesta a plasmar cada uno de los segundos que allí encima trascurran. Y entonces el frío que ha invadido (tirando al suelo la estatua de Ra) y tiranizado mis pobres falanges (de izquierdas, siempre de izquierdas) me recuerda que estoy trabajando, que para esconderme bajo una manta antes habré de hallarla, y quizá comprarla, pero al menos tenerla bajo mi espalda, que sino ni sábana, ni sueño, ni piel ajena ni propia, ni sudores ni exhalaciones.
Tienes una cosa en común con Aniuska, cuando os leo me invade un halo de inspiración e imagenes, una es muy visual, que me altera hasta el ritmo de mis sinápsis...en el caso de que las neuronas resondan en algún momento, que a veces dudo.
Un besito de jueves, de donut (te he guardado un trocito), y fíjate que el beso será de mariposa, así con las pestañas, cursi pero divertido jajajaja.
"Del lado hombre, el goce es limitado, circunscripto, localizado, contabilizable puede incluso necesitar de un pequeño detalle como una forma precisa de senos o de trasero.
Mientras que del lado femenino se impone una relación con lo ilimitado. La demanda de amor en la sexualidad femenina es una demanda que tiende hacia el infinito y que va más allá de todo lo que pueda ofrecérsele como prueba" según nos dice la psicoanalista Patricia Tassara Zárate.
Erotomanía..
Qué bien Pedro, lo has calcado...
Bravo.
Es un placer de diversos sabores leerte, siempre.
Un beso.
Ea, genial!! me acaba de subir la fiebre que ya tenía controlada, de golpe y sin aviso!!
Me pagas los paracetamoles, señor mío...
Y sí, amar es inconcebible sin hablar, dar forma.
La foto una chulada...
Y un montón de besos al calor de un relato.
ybris, todos somos normales, lo que ocurre es que unos son más normales que otros. O algo así, aí.
Abrazos
Oye Maduixeta, vaya comentario inspirado y redondo.
Gracias por la parte que me toca.
Y dame la dirección de Aniuska (para descubrir su arte).
La tuya la sé y la frecuento.
El beso, rico.
Las psicoanalistas, queridísima Mirada, saben bien lo que dicen. Hay cosas que no saben (pocas), pero lo suplen con el entusiasmo de lo críptico.(sé lo que digo, no te lo imaginas)
Y –como no- estoy de acuerdo con la doctora Zárate.
También contigo ¿cómo no estar de acuerdo contigo? Tú dime sí y es sí, dime no y rogaré.
¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡Guapa!!!!!!!!!!!!!! (así, a ojo)
Besos.
Besos.
Y besos.
Margot, amar es...otro día te lo cuento, a ti sola, bueno, conmigo.
La foto ¿qué foto?, esta página no tiene fotos ¿seguro que es esta?
Los besos los guardo para la merienda.
Va el mío.
Jejeje, Aniuska es Ana, la loca que regenta el rincón de juegos esthersicole ;)
Huele a tarta de puerros, Sinatra me canta dulcemente my funny valentine, suspiro y pienso en esos amores ya olvidados que algún día reencontraré.
Buenas noches, querido, leído y derramado Pedro, hasta mañana, sueña con lo que más te apetezca, o lo que te permita la mente esta traicionera que tenemos todos.
Por supuesto, un besito de sofá y mucha naturaleza cuando te pasees por mi jardín ;)
Maduixeta, tarta de puerros, Sinatra y amores ya olvidados pero no, curiosa combinación para embarcarse en un besito de sofá (¿cómo son?) del que espero junglas más que jardines. Allá voy.
Vaya, me quéde sin saber que decir y es que he leido a la Iris de mis ojos hablando de mí y es que ella me conoció desde antes, cuando aún podía hacerle soñar y se quedó con ello.
Tengo tantas necesidad de que vuelva a mi esas historias que la hacian feliz que tu, Pedro quedaste anulado y ni ya recuerdo lo que leí.
Lo siento
Me voy a llorar por los rincones
Nikté, me retiro discretamente y te dejo con esas historias.
(pero miro entre las cortinas. Cuenta, cuenta)
Te contare pero no por aqui
Nikté me los has contado muy bien.
un texto delicioso.
Y erótico (mira tú), muy erótico.
Gracias.
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