lunes, 20 de noviembre de 2023

Buenas noches



En este principio de semana quiero escribirte así, como al descuido, fingiendo que no es a ti, que no te veo, que me escribo sin querer, que me contemplo, que tú eres un pretexto, nada más, nada menos, que acumulo palabras sin sentido y la emoción ha huido tras las sombras de otras voces como arena, de otras personas, con otros rostros, con otros recuerdos que también me duelen, que tú no estás ahí y que todo esto es mentira, me lo invento para pasar las tardes del domingo, para llenar de frases el vacío de no verte o por eso.

Aun así te escribo, exponiéndome a esa cara de loco que se te pone cuando estás enfadado.

Si me pusieran delante el mapa de tu cuerpo, no sabría buscarte el corazón con el dedo, no sabría. Si pusieras tu sonrisa frente a mí, no podría medirla, ni abarcarla, ni hablarte, tal vez, ni comprenderte. O quizás sí, pero no hay tiempo, ni espacio, ni medida. Sólo puedo hablarte así, en la distancia, esparciendo oraciones al viento como una monja ciega sobre el acantilado del invierno.

También puede ser que trate de engañarme en mi confusión, en los sentimientos tan intensos que me inspiras.
A pesar de todo.
Y este “todo” es eso, todo.

Prisionera ahora, ya, escribo para matar otros ecos, otra realidad más cercana, que me agobia, que me muerde por dentro y me lastima.
Una vida demasiado corta.
Un mundo tan grande.
Un tiempo tan escaso.
Quiero ir.
Y volver.

Están los límites y...y...el día se murió, él solo,  nos dejó esto que acaba ahora y a ti todavía te queda la diferencia y pensar que luego y te dejo este juguete que se me rompió hoy porque no puedo verte, ni intuirte, ni saber cómo hueles, o como ríes, o si tu piel es así, o si la curva de tus labios se pierde entre la barba, etc. Pero –ay- tu recuerdo me acaricia el corazón como esta lluvia que agita nuestro Bilbao de noche de domingo.

Aunque no era esto lo que quería decirte, o no sólo esto. Pero temo arriesgarme a tus iras de macho -jamás imagine que tuvieras tan mal genio-...
Es igual, quería que sepas que no sé, pero que siento... que...
Buenas noches, amor.

6 comments :

Tracy dijo...

Buenas noches.
Linda foto la de Lorca.

Pedro M. Martínez dijo...

Tracy, sí (y un suspiro, Señor, Señor)
Buenos días.

Francesc Puigcarbó dijo...

y...el día se murió, él solo, pero el amor no, pervive un lunes en un frío Bilbao. Hermoso texto, pura prosa poética.

Saludos.

Pedro M. Martínez dijo...

Francesc Puigcarbó con la noticia argentina se me quebró la mañana. El mundo se volvió loco. Estos días estoy viendo unas películas antiguas de Carol Reed, reflejan el tiempo de inicio de la II Guerra Mundial, que no nos pase nada, el personal no tiene memoria o no sabe. El frío es por dentro, me pongo la boina y a caminar, muchas cosas por hacer. Gracias por tus palabras. Un saludo.

Anónimo dijo...

La incertidumbre asusta. Argentina ?

Pedro M. Martínez dijo...

Anónimo, mi incertidumbre es saber quién coño firma como anónimo. Y si yo fuese argentino o si viviese allí estaría algo más que asustado.

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