Barcelona 1930


martes, 8 de febrero de 2022

Fidelidad

 


El sábado pasado estuve invitado en una boda, magnífica, por cierto. Deseo mucha felicidad a los contrayentes.

Todo salió perfecto y fue una reunión hermosa, llena de concordia y momentos agradables. Como curiosidad, durante la ceremonia el oficiante repitió muchas veces la palabra fidelidad. Quizás sea normal -no me invitan a demasiadas bodas, ni siquiera me invitaron a la mía- pero me llamó la atención.

Fidelidad. Eso dio lugar a que durante la cena, antes, después, en algunos grupos se hablase de ello, ser fiel, qué es, cómo lo entiende cada uno, etc. Felicidad. Fidelidad. Falsedad. Lealtad. Mentiras. Verdades. Esas cosas.
La mayoría asociaba fidelidad con lealtad. Es decir, entre otras cosas, que si tu pareja se acuesta con otra persona debe contártelo al llegar a casa o a la mañana siguiente como muy tarde. (El asesinato de tu pareja, o no, depende ya de cómo te pille en ese momento).

Otros asociaban fidelidad con honradez, confianza, amistad, compañerismo y otras virtudes que adornan a los seres humanos. Es decir que la infidelidad era más cosa de dentro que corporal (aquí me enternecí). Algunos, osados, llegaron a decir que la fidelidad es algo profundo, íntimo, que tiene más que ver con el compromiso adquirido, con lo moral y que no (sólo) tiene que ver con que tu pareja se acueste con otra persona, que también, que, hombre, que sí, pero no solo, vaya, que si es un calentón, un aquí te pillo aquí te mato, que quizás. (En las bodas, con el cava, se miente mucho, incluso se dicen tonterías. Con el cava y con el disimulo).

Muchos no decían ni pío, asentían, movían la cabeza en círculos, guiñaban un ojo, sonreían, se ponían serios, negaban con gestos, estaban ahí, herméticos, sin mojarse. En algunos temas, muchos no se mojan nunca. Conozco personas vírgenes de mojadura, nunca han dado una opinión en público, nunca se han significado (conozco a muchos hipócritas). Luego, con la música, nos pusimos a bailar y dejamos el tema, fuimos todos fieles y felices. A las señoras y señoritas les dolían los pies por los tacones y a los señores y señoritos nos apretaba el nudo de la corbata. Alguno quiso saltarse las normas y –que yo sepa- no hubo manera, con lo que seguimos siendo fieles y nos fuimos a la cama, solos o con nuestra lealtad. Ejemplar.

Ah, conclusión: que la única infidelidad -digan lo que digan, con cava o sin ella- es que tu pareja folle (etc) con otro/a y que tú te enteres (aunque seas el último/a en enterarte).

 

Admito opiniones.


Mi foto
Bilbao, Euskadi
pedromg@gmail.com

Creative Commons License Page copy protected against web site content infringement by Copyscape ecoestadistica.com site statistics

Vistas de página en total

Lo que hay.(Desde 08.02.07)

Se quedaron

Así vamos

Aquí desde 08.02.2007

(Antes en Blogia desde 07.2004)

(Y mucho antes en "La tertulia en Mizar")

6.810 entradas