Cena
Soy un hombre cualquiera, uno que te escribe, sólo a ti, con sentimiento, dedicado a ti, sola, única, pensándote ahora. Este hombre normal está pensando en ti. Y se regocija. Tu recuerdo me hace feliz, pensar en ti me hace feliz, tú, tus ojos, tu cara dulce, tu cara alegre, riendo, mirándome.
Me repito, doy vueltas, giro sobre una o dos ideas, sin dejar de mirarte, te veo.
Me siento, no espero, estoy calmado, mirando cerca y lejos, no te llamo, no te pido, no me canso.
Estoy aquí, lo sabes.
No te cuento cosas que también he hecho ¿no serán importantes?, ¿será que remarco solo aquello que me parece digno de contarte? No te he contado cómo te “veo” por la calle cuando camino. Ni cuando cierro los ojos y estás ahí. O cuando miro al mudo celular. O cuando añoro tanto tu voz. Cuando recuerdo como me acariciaste la espalda hace ya un siglo, me besabas el cuello, tiernamente me besabas los ojos, fuiste muy, muy dulce conmigo.
4 comments :
Lo noto un poco obsesionado, no sé sierá bueno enrocarse tanto en ese recuerdo. :D
Un saludo.
Dorotea Hyde sí, eso me parece, pero ya sabes cómo son las cosas del amor. ¿Lo sabes?
Por desgracia, esto de las obsesiones, sí. :S
Dorotea Hyde te regalo este poema.
.
“Solamente si alguna vez amaste
con uñas y con dientes,
sin red,
sin salvavidas,
aciertes a entender el vértigo
que se entiende a los pies del desengaño”
.
Raquel Lanseros
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