En tiempo normal
Recuerdos
de niño, aquella cocina de luz inundada de sol, llena de mujeres, mi bisabuela,
mi abuela, mi madre, una tía abuela, dos tías, cocinaban, tricotaban, escuchaban
Ama Rosa, hablaban de sus cosas, se
reían mucho, me mimaban. En sus charlas, sobre todo mi abuela, empezaba algunas
frases con “en tiempo normal”. Entonces no sabía a qué se refería, bastante
tenía con jugar y disfrutar de aquella infancia afortunada. Años después
entendí el significado, aquel tiempo normal era el de antes de la guerra, su
tiempo feliz. Después de tanto sufrimiento, tantas muertes, tanto dolor, tantas
penurias, para ellas el tiempo ya nunca fue normal.
Temo
que, salvando las distancias, pronto también nosotros empecemos algunas frases
con “en tiempo normal”, añorando cuando
nuestro tiempo era normal.
Seguimos
aguantando.
2 comments :
Hoy me dio por pensar en mi padre, y en cómo me hubiese gustado conversar con él sobre todo esto, y con el yayo también. Mi infancia estuvo rodeada de varones, a diferencia de la tuya, ya que las mujeres se ocupaban de mi hermano que andaba siempre malito.
Lo que a mi padre y a mí nos costaba unas broncas... me dejaba subir a los árboles con el traje del domingo, me abría la puerta para que en la casa del pueblo me escapara de las siestas, e íbamos a nadar a las 6 de la mañana antes de ir él a su oficina y yo a la Facultad. Hoy sonreía y lloraba mientras se acumulaban miles de flahs tomando sol en el balcón.
Y si ellos nos dieron la fuerza para seguir pese a una triste y hambrienta posguerra, la que vivieron , nosotros, debemos no aguantar, sino...
ponerle ganas a los abrazos que nos daremos al salir de ésta.
Yo te beso, y te abrazo, como si no hubiese mañana, hoy.
Hola Pedro,
vengo del blog de Zarzamora, de leer el texto del silencio y me ha gustado mucho y aquí me tienes y, con tu permiso, me quedo por aquí.
Solo sabemos valorar los tiempos normales, como con las personas, tras su ausencia.
Aprender a valorar el tiempo, cómo utilizarlo, dónde, con quién, ... es más importante de cuanto pensamos.
Gracias por tan buen texto.
Saludos
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