Lago 6
Cuando estaba prisionero en un mar de mentiras, sin saberlo, mi nombre era
piedra, tanteaba en varias direcciones para encontrar una salida, ángeles pelirrojos
con alas rotas me engañaban señalando diferentes
caminos, me quedé sentado, esperé, esa fue mi solución. Nadie me enseñó el
camino de regreso.
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