Parker, Del Telle Mendi y viceversa (1)
Del Telle Mendi
Parker
no fuma por prescripción médica, no bebe por lo del hígado, tampoco practica
deportes por insuficiencia cardiaca. Se ahoga en las cuestas. Esa noche ha
cenado en el Círculo, solo, Bego no vendrá hasta el fin de semana. Sale al
porche a ver las estrellas y el mar ahí abajo le llena de añoranza.
Nekane
está apoyada en el banco verde. Es buena amiga de Bego. Esta noche, sobre un
vestido de fiesta se abriga con un insólito marabú.
Parker
se acerca. Ella viene de una verbena en Pedernales. Dice que se ha aburrido, que todos los chicos
eran unos pesados, que bebían tanto que apenas podían hablar, no entendía sus
sonidos guturales, ha vuelto al pueblo. Se interesa por Bego.
Se
escuchan las olas rompiendo en Lapatza.
Parker
no es buen conversador, es un soso, pero intenta romper el silencio hablando de
poetas rusos, de Maikovski y de la costera del verdel. Nekane ríe. Parker se
envalentona y amplía su charla con Marat Sade y su influencia en el teatro
español de los años 60. Nekane prefiere no saber nada del teatro español y le
invita a dar un paseo, para despejarse, dice.
Caminan
los dos juntos por la alameda hasta donde termina el alumbrado.
¿Damos
la vuelta? – Parker
Sigamos
un poco más – Nekane.
La
brisa agita los árboles y la luna en cuarto menguante difumina las sombras.
Parker
ya no sabe de qué hablar, Nekane sigue riendo y caminando hacia lo oscuro.
Me voy
a casa –Parker
Nunca
te has fijado en mí – Nekane
Parker,
este Parker, no entiende. Tiene unos principios del siglo IXX, sólidos como el espigón del puerto, también nula
experiencia en el trato con chicas que fuman y llevan marabú como un trofeo.
Nekane
tampoco tiene experiencia en acercarse a los novios de sus amigas pero le
intriga qué habrá visto Bego en este panoli. Se acerca, abraza a Parker y
siente su erección bajo el pantalón de mil rayas…
Aviso 1:
Me comunican de dirección que interrumpimos este relato hasta la siguiente
entrega del dibujo de Del Telle Mendi,
Aviso
2: en el pueblo todas saben que Nekane y Parker están en lo oscuro, se llaman
por teléfono, se avisan, cuchichean, se mueren de ganas por saber qué pasará,
no, si se veía venir, este Parker forastero no es trigo limpio, pobre Bego,
pues yo se lo digo, qué cabrón, etcétera. De Ibarrenguelua parece que ha salido
una patrulla de madres, esto último sin confirmación oficial.
Aviso
3: Bajo el bosque lácteo está muy bien pero no tiene nada que ver con esto.
Además Parker no habla galés. Ni apenas euskera. Pobre.
Aviso
4: eso.
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