2019
Hoy termina el año, en teoría, lo
mismo podía caer un asteroide a las 23, 59 y terminar esta vaina de la raza
humana. No me puedo quitar de la cabeza a los dinosaurios, seguro que hace 65
millones de años ellos tampoco se lo esperaban y mira. Aunque, si sobrevive,
Spielberg estaría contento, que lo mismo le dan un Oscar los seres vivos inteligentes,
animales, vegetales, que queden, si quedan. En mi casa Teresa habla a las
plantas pero se marchitan igual, solo una, con la que está enfadada,
casualidad, está lozana y verde, debe ser la inteligente o la voluntariosa o la
sobradamente preparada para adversidades, como para contarle no sé qué de
meteoritos y que se acaba el año, que se acabe de un vez, pensará, bastante
tengo yo con la clorofila y esa raíz rebelde. No sé si tu año ha sido bueno y
no quieres que termine (el año) o si tu 2018 ha sido tan malo que estás
temblando por si el 2019 es peor, viva el optimismo. Una vez estuve en un curso
de esos de autoestima, que no sé qué hacía allí, que costaba una pasta, que
después de la charla se formaba un corro y hablaba quién quería y todas eran señoras
menos un chaval y yo y todas contaban unas tragedias tremebundas y quise quitar
hierro y dije un frase positiva, solo una y escuché de todo y seguro que las
del corro (y el chaval) están tristes por el fin de diciembre. Tú ¿estás
triste? me refiero a que mañana es enero y subirá la luz, el agua, los seguros,
los donuts y los claveles, también hay lío con la miel y con los chalecos
amarillos, en Francia, aquí no, aquí ya no se lleva chaleco, está pasado de moda,
aquí nos pueden robar la cartera que miramos para otro lado, aquí todos somos primera
clase. Me llevan los demonios. Ahora debería desearte un próspero año nuevo
pero la prosperidad también está pasada de moda, tronco, que ahora el año viene
en patinete (me encanta esta palabra, patinete, es musical y vacilona, patinete)
y se romperán los tobillos de ancianas paseando por las alamedas, que quién les
manda a las ancianas pasear, que la calle es para el que la trabaja, todo el
día ocupando los mostradores de las panaderías (las ancianas) rebuscando
céntimos en monederos mínimos, si es que van provocando. En resumen que si el
imaginado meteorito ese no cae, hoy termina el año, adiós, agur, sayonara baby,
que ya le vale 365 días, bah, tenemos toda la vida por delante, lo que queda
detrás no vale para nada, ¿a quién le importa la historia? (a mí), que es todo
mentira, solo sirve la historia propia y esa nos la inventamos, solo el espejo
es veraz y a veces…Si tu año ha sido bueno que lo repitas, si ha sido malo que
lo mejores. Ya. Feliz 2019 para todas/os.
2019
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