Parker y el olvido de lo químico.
Parker sueña y despierta con la
angustia de no recordar el rojo níquel, el amarillo cianhídrico, el intangible
silicio. ¿Cómo hacía aquellos análisis? Es absurdo, es tan lejano, tiene ya tan
poca importancia, pero en el duermevela siente que en mitad de la repentina oscuridad
de su cabeza está trazada una fina línea en la que apenas distingue su
historia, su pequeña historia, los detalles. Sabe que cuando se levante de la
cama y pise el suelo entrará en la realidad pero en ese momento esa es su inquietante
realidad. Parker teme entrar en el club de los amigos desmemoriados, con la
mirada perdida tratando de recordar qué fue de todo aquello, cómo era. ¿Cuánto
queda?
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