lunes, 19 de junio de 2017

Parker y las cebras.




Cuando cae la tarde Parker sabe que no podrá levantarla y permite que las cebras y la melancolía se expresen, se engarcen en sus piernas, en las fosas nasales, en las mandarinas y recuerda aquel día que Marie le recibió sin otro aderezo que su pelo mojado y suspiros en los huesos, los mismos que después se volvieron rencorosos y monótonos. Amarla entre Madrid y Jerez se convirtió en un vermut  sin aceituna, sin ginebra, un aperitivo ácido tomado antes del apetito, un embrollo entre la desnudez, las mandalas y la castidad del chocolate, un zambullido en la equidistancia.


Mi foto
Bilbao, Euskadi
pedromg@gmail.com

Creative Commons License Page copy protected against web site content infringement by Copyscape ecoestadistica.com site statistics

Vistas de página en total

Lo que hay.(Desde 08.02.07)

Se quedaron

Así vamos

Aquí desde 08.02.2007

(Antes en Blogia desde 07.2004)

(Y mucho antes en "La tertulia en Mizar")

6.934 entradas