Parker tiene las pupilas dilatadas.
En
la tarde descabalgada, las pupilas de Parker se dilatan buscando resquicios de
luz, los oídos se afinan presintiendo la llegada de pájaros nocturnos, los
pensamientos se adelgazan, el aburrimiento está sentado en una butaca verde, el
día inanimado tiene una quietud de voces mudas, las horas se tapan la boca con
las manos, hay plumas de pavo real esparcidas por el pasillo, la libertad es no
hacer nada y saberlo. Suena el teléfono.
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