Digo para no decir.
Bill Wasilevich, Jimmy One Eye Collins after Arraignment 1946
Esta página/hoja busca ojos que compaginen
emociones, está tatuada de inocencia en los muslos del poema, en los brazos de
la prosa alborotada, en la galerna de malvavisco de palabras que no encienden
primaveras, que cabecean como barcas en un puerto que dormita con pescadores
desplumados, con frases atropellando el binomio ojo/hoja, pagina compaginada,
solo leen los ciegos, los que abandonaron el barco y queman incienso a la
sombra de los grandes árboles, los que buscan arpías en las selvas de ellos
mismos, los que se lanzaron al vacío con una cinta en la frente, con una
oración en los labios, con una piedra negra en el pecho.
Escribo
así, encadenando voces que recojo en mi propia huerta, inclinado sobre la
tierra, buscando las que brillen, las que no digan, estas.
Digo
para no decir.
Miedo.
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