Dejabas tus cabellos al viento.
Antes de las miradas sobre el mantel no éramos, quedaron inmóviles los pájaros en un cielo gris, llenas las iglesias de hombres de negro, equilibristas entre las riberas del resplandor y nada.
La edad se tendía sobre los signos como hormigas y grisú, ardía la voz pero, en lo oscuro, el silencio construía túneles de tu corazón al mío.
Dejabas tus cabellos al viento.
1 comments :
Corredores llenos de vida. Puentes sin pasajeros. Memoria sin olvido. Lágrimas, risas, fuego. Trilogías del verbo. El mantel como testigo de que no existe más mundo alrededor del que construyen dos manos buscándose, anhelándose.
Desvestirse el cabello, liberarlo de pasadores que sujeten las emociones, para que el viento celebre la fiesta de la pasión. Bullicio de los transeúntes de la vida que se repite, incluso, con otros rostros, otros gestos, nuevos tactos y silencios por estrenar; inéditos.
Y tus párrafos, Pedro, que me contagian ternura. Cada palabra en el lugar que le corresponde tejiendo todas una cadencia sutil y palpable. Como la suave brisa que acaricia, pausadamente, las sensaciones.
Besets, guapísimo!
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