Inercia 2.(Formas endokarsticas)
Escribo
para que el agua envenenada
pueda beberse.
(Chantal Maillard)
(Cerca)
Alguien
me mira desde otro lado de la puerta, en sus ojos está la señal, en esa señal
están las preguntas como racimos y las respuestas como vino que bebo bajo la
parra. A partir de ahí como justificación se hizo el silencio, pero el silencio
era oro, plata y más, una imagen vale tanto como cien ¿o son mil? palabras y
estoy leyendo un libro sobre la construcción de las catedrales, otro sobre la
reconstrucción del alma después del incendio de la fascinación (recordarme que
debo hablar sobre la fascinación) y escribir es fácil, o me lo parece, lo
difícil es vivir, vivir bien, vivir de acuerdo con, o vivir con x, x es igual a
y, y – 1 es igual a x + 3, pero si x es un nombre de un hombre, o de una mujer,
o de una ilusión, vivir con una ilusión es complejo, vivir con un ser humano es
difícil, vivir con uno mismo es lo propio pero hasta esto es ogh y qué remedio
y odio y amo el reflejo de mi espejo y le castigo, mimo, tolero y un coro de
los otros me están llamando a la ventana y golondrinas y he terminado harto
del constante silencio de muchos, de la locuacidad de tantas voces
solitarias en el desierto del aire, pero la vena de mi brazo tiembla y salgo a
buscaros entre poemas (o casi), sueños, fotografías, cuentos (ay, Cortázar,
100 años, espíritu activo, vuelve, cuéntanos), y leo lo que leo y ya lo había
leído y no sólo el silencio, también el tiempo es oro, y me salto tantas quejas
de amor no correspondido y siempre aprendo en Pascal Quignard, por
supuesto.
Es
posible, lo reconozco, que todo esto sea un problema de visión, de estas presentaciones
monótonas, de este estilo de letra uniforme, escritores del mundo uníos,
pidamos lo imposible, técnica, imaginación al querer, querer es poder, poder
querer ¿a quién?, como se pueden querer dos mujeres a la vez y no estar
loco, Machín, conéctate al bolero y bailemos esta historia de
desmemoriados, así, juntitos, se te olvida que me quieres a pesar de lo
que dices y llevamos en el alma cicatrices imposibles de borrar, ya que el
artificio de esta estructura es poder seguir el hilo de la trama como
deslizándonos por una ladera de hierba mojada, con olores de clorofila y lo que
acontece está en los impulsos, en el desahogo, en la piedad, en los gritos de
miedo ya que no tenemos el santo y seña para pasar al otro lado, barquero
ciego, convocatoria de almas, sortilegio eterno, tensión, consuelo. Y la
herida...( sigue) (La flauta Mágica. Obertura)
0 comments :
Publicar un comentario