Carta del amante excitado.
Excitación
es la definición exacta.
Estar
así, como una fiera a punto de saltar entre tus labios, acechando tu piel, tu
olor, tus ojos cerrados a mis manos que te roban la calma cuando abres todas
las puertas, me das las llaves, me indicas los caminos, me regalas mapas de tu
cuerpo, me dibujas los atajos, pintas señales en los cruces de caminos, me
orientas a tus remansos, a tus fuegos, dejas pequeñas piedras en las escaleras
que llevan a ti, amor saliendo de las aguas, como un ser de otra dimensión, aún
no sé si tienes escamas, aún no me has mordido, aún izo banderas en mis barcos,
te nado, te navego, te surco como un viento del sur, te peino con mis dedos
ansiosos, estaría contigo en una perpetua noche donde sólo tus suspiros y mis
besos fuesen una marea incesante y amarte sin parar, sin luz de luna, sólo tú y
yo, desnudos, vivos, buscándonos como náufragos entre las altas hierbas, como
dos absortos amanuenses que se dictan uno al otro, que escriben lo que sabe el
otro, que son el otro, que se olvidan de quién son, que la vida sigue, que el
reloj no se para aunque se haya parado en ese cuarto donde giran los planetas
rojos y no cantan los gallos, donde el misterio se derrite, donde esa grieta en
la pared amenaza un terremoto, las trompetas del fin del mundo suenan en los
valles cercanos, los halcones nos sobrevuelan, las abejas preparan su mejor
miel, las plañideras ensayan - ojalá se sequen sus ojos-, los cartógrafos nos
regalan una vista aérea, y ya es hora de vestirse, aunque aún no ha amanecido,
aunque el mar esté inmóvil, aunque, oh, amor, aún nos queden ternuras sin
gastar.
Jamás
nos saciamos.
2 comments :
Excitación.
Y no debería ser de otra manera.
Y a qué nivel, Tesa
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