Parker y su amor platónico
Yo soy un ser humano a pesar mío.
El espacio plateado de mi espíritu
penetra en el espacio gris del mundo.
¿Hasta cuándo?
Juan Eduardo Cirlot.
2. Parker guarda un amor platónico en el estuche del pecho, desde los cerros de su alma bajan vicuñas con floridos sentimientos en las alforjas. También hay un deseo táctil sobre su cama, no tiene nada que ver con la que comparte sábanas. Para qué le va a dar vueltas, el ahora es el ahora y esto es lo que hay. No sabe si va o si viene, los cuarenta años le han dejado en el umbral de una puerta que no sabe dónde conduce. Desde un extremo del pasillo mira a las esperanzas que saltan sobre la alfombra que fue tálamo, que fue refugio, que fue una fortaleza ante la que se estrelló el sentido común, las renuncias, los recuerdos momificados, lo efímero. En la cocina se marchitan las cebollas de las falsas esperanzas, nada perdura, nada, el espejo le devuelve una frente creciente y una ilusión menguante.
2 comments :
Una frente que aloja escritura tan rica no puede poseer una ilusión menguante.
No caeré en el engaño, no, mas bien contemplo absorta como nos llevas de alfombra en alfombra, como en las Mil y una noches.
Y te abrazo, of course!
Virgi, Parker va a su aire, por mi parte busco y busco. Mi abrazo lleno de cariño.
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