Carretera adelante.
Pronto amanecerá. Las cunetas están llenas de flores
rojas y blancas, su aroma entristece. Ella tenía los ojos grises y vencidos.
Los perros ladran al pasar frente a las casas con rejas y cristales rotos en
los muros encalados. La noche avariciosa se refugia en las ruinas de iglesias
saqueadas, entre columnas y claustros rotos y aire. No llegan sus mensajes. Hay
tractores madrugadores navegando entre las hierbas altas. Tejados de zinc y cerraduras
oxidadas. Una ermita brilla en la colina, una joya amarga entre la indiferencia
de los caminantes. El amor no dura y ahora lo sabe. Cipreses alrededor de los
nichos. Dos policías agrisados sentados en la frontera entre provincias. Los vencejos
duermen bajo la cornisa mientras comienza el vuelo nupcial de gorriones y
palomas. A lo lejos, en la autovía, suenan vehículos como vínculo a lo que antes
era. La pasión tornó en amarga y sin ceremonia.
Aún quedan etapas, lleva las emociones atadas con alambres. Está en las
afueras de sí mismo. Carretera adelante.
2 comments :
' Está en las afueras de sí mismo.'
Mucho mejor que encerrado.
Y carretera adelante, of course! porque -patrás- ni para tomar impulso.
Nos vemos en cualquier cuneta.
Carreteras así son un placer para pararte a un lado y echar una siestecilla.
Besos, besos y rebesos.
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