Ella.
Leo,
mientras ella
da vueltas por la casa,
alisa un pliegue en la cortina,
arregla las flores del jarrón,
tiende una camisa,
enciende una luz, la apaga,
sabe que no es ella.
Escribo,
y ella pasa los dedos
por la esquina de la mesa,
abre una revista,
la cierra,
prueba la comida
en la punta de una cuchara,
no sabe quién es ella.
La miro, tantos años a su lado,
sé de cada huella de su cuerpo,
su mueca triste,
como mueve las manos,
su agudo tono de voz,
el giro del cuello cuando la llamo,
cómo se aparta el pelo de la cara
y esas lágrimas, esas lágrimas.
6 comments :
Pero no fue así. Lo hiciste.
Decidiste acabar con todo,
tú,
a tu manera.
Yo esperaba que no lo hicieras, que hubiese algo, quizá arena en tus zapatillas, quizá que perdieses el compás, quizá tu aliento, quizá el bombeo de tu sangre.
Decidiste acabar a tu manera, tú, con todo.
te abrazo, fuerte, fortísimo (que aprieta, pero no ahoga ;-)
......
Generalmente las musa(o)s no saben que lo son.
Aunque te hayas especializado en la estética, siempre habrá esa pequeña esencia de vos en tus escritos. No intentare ni intento analizarte, solo me sumergo y gozo, cuando me siento identificada, me convierto como el animal espinado entonces respondo....
Un saludo con afecto
Mafalda
Natsuki, cierto, eso y el destino (alguien tiene que tener la culpa).
Abrazo.
Mafalda, tuve una musa a la que despedí. Me inspiraba demasiado. Fue entonces cuando pasé a la estética. Para poder vivir, para respirar, para poder ser yo. No es broma, no es una respuesta para salir del paso, no, es cierto. Por eso a veces aún me salen historias de cuando me inspiraba, de cuando me envolvía, de cuando no podía vivir.
Agradecido, te saludo.
Qué bonito todo.
Todo..menos las lágrimas.
Ya, Camille, me ha salido triste ¿verdad?
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