Bajamares.
“Bajamares” de Antonio Tocornal.
Resulta
que este señor se presenta a concursos literarios y los gana todos. No me
extraña. Este libro es una sorpresa y un regalo, con un solo personaje es capaz
de interesarnos, sorprendernos, conmovernos y en algunos casos escandalizarnos.
Una prosa cuidada, imaginativa, rica, para una historia como mínimo original, que
se sigue con interés y que hace que me pregunte como no conocía a este señor escritor.
Para mi gusto, recomendable.
5 comments :
Si esos bajamares le entusiasman a Pedro, que es un magnífico prosista, habrá que bajar a esos roquedales en la próxima Feria del Libro, que ya anticipa sus tinglados en esta polis.
Hablando de buena letra, te diré que estoy leyendo "Las mocedades de Ulises", de Álvaro Cunqueiro, autor que por su colaboracionismo franquista tenía moral/mentalmente relegado. A causa de ello me estaba perdiendo a un autor de prosa primorosa, de una acusada querencia por la Hélade gloriosa (ganó el Nadal de 1968 con "Un hombre que se parecía a Orestes"). Y ahora leo este Ulises intemporal, anacrónico y... Descanse en paz Álvaro Cunqueiro.
Buen día a los letraheridos. Y a María, que asoma por acá y que deja un rastro a algas y caracolas que para sí quisiera Mar del Plata, ya Alfonsina para siempre.
Werther, soy más de pleamar que de bajamar pero eso no quita que este libro me ha parecido que está magníficamente escrito.
Mucho antes que los que venden cultura imaginasen ese término tan bonito de realismo mágico ya Álvaro Cunqueiro había demostrado que su mundo literario era exactamente eso, de otro mundo, mágico es poco, otra dimensión. Los que venden cultura, digo, una profesión tan honrada como otras, van dejando libros en los escaparates de las librerías para aumentar sus cuentas de resultados. ¡Vendan, vendan, vendan! Hay pilas y pilas de best sellers que rápidamente reemplazan por el siguiente. Como todo dios no solo escribe sino que publica pues anda uno agobiado por leer lo siguiente, lo último, lo moderno. Cunqueiro era un extraordinario escritor y la mayoría de sus libros deberían ser de obligada lectura (Cuando el viejo Sinbad vuela de las islas. Las crónicas del sochantre. El año del cometa. Flores del año mil y pico de ave. La bella del dragón. Merlín y familia. Etc, etc. Paro porque cito todos.) ¡Viva Álvaro Cunqueiro.
María es de una dedicación y entusiasmo que es para hacérselo mirar. ¡Qué maja! Estoy a punto de levantarle un altar en la mitad de este humilde blog. ¡Viva María!
Cuidado con los altares y con los vivas, don Pedro; me despedí un día de nuestra amiga con un emocionado "!flores a María!" y frunció el ceño y a punto estuve de perder el indudable ascendiente que tenía ( puede que ya no) sobre ella. Ojo.
Me alegra que coincidamos en el entusiasmo por la obra de Cunqueiro.
Werther, te agradezco el consejo, pero llega tarde, llevo aquí tanto tiempo que ni eso ha menguado mi sentido del humor, mi propensión a los altares (sobre todo desde que me bajé del mío. Por voluntad propia, matizo) y lanzar vivas a diestro y siniestro (más a siniestro) sin más freno que una educación medida y una administración desmedida del quid pro quo. Dicho esto, la verdad, esto, aquí es tan etéreo, tan flou, tan si te he visto no me acuerdo que solo una memoria prodigiosa puede acotar qué he dicho, que dije, a quién le sentó bien o mal (esto último es más fácil de detectar pero, ay, nunca llueve a gusto de todos, nunca llueve al sur de California y por lo que ve tampoco en Cataluña). Aúpa.
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