Y me llevo dos.
Jorinde Voigt (DE, 1977)
Ensimismado, ciego a lo ajeno al metro cuadrado, lo mío, no más, la ventana da a un patio vallado, allí se simula la vida, en la frente la sílaba fatal, sin respetar las señales, gritando mentiras a la luna, arañando el alma solitaria acodada en el balcón del aire, enroscado en el ombligo del ombligo, con la armadura abollada por el estigma, el abuelo en un árbol, apilando en la acera las nostalgias arrugadas, pegando carteles en las paredes amarillas, inventando constelaciones con el dedo, enhebrando la aguja que coserá el sudario de los recuerdos, abanicando temores, el miedo a dormir solo, la cabeza corre, las piernas no, dibujando jirafas desgarbadas, hipopótamos que buscan su espacio de agua, alondras sin alas, la placidez del sueño de un niño, disfrutando la mirada del fin de la tierra que susurra al oído, la voz que habla de lejos, la carcajada desde un fondo de guitarras y palmas desnudas, el vengador puntual cada madrugada, las preguntas mexicanas, la sonrisa uruguaya, el corazón en un plato, la sangre goteando desde el lavavajillas, como un tren que viaja de noche, que paren esta máquina, que dinamiten la vía, es un viaje al infierno –si lo hubiera- y se han agotado los billetes de regreso, hace calor, no llueve, caminamos hacia agosto, quizás pronto llegará un oscuro invierno.
2 comments :
Ayer me hablabas de lo buena persona – y escritor- que fue René Rodríguez Soriano y me quedé pensando que vuestra forma de escribir tiene mucho en común. Hace mucho leí un cuento suyo, creo que se titulaba Toma, Tomás Toma o algo así , recuerdo que estaba escrito sin un solo punto. Un inmenso párrafo son montón de comas y punto y coma. Una mágica sucesión de historias enmarañadas, hilvanadas como haces tú con las ideas, como una colcha de patchwork…esta, como todas las tuyas te ha salido con muchísimos color.. pero hoy apagados, nostálgicos y amarilleados por un tiempo que parece sientes corre en tu contra …Creo que todo es culpa de la climatología exterior, que influye en la interior aquí tb está nublado y bochornoso.. ánimo, saldrá el sol…un beso!
... Entro en casa y cuento 10 : )
María, ojalá, René escribía francamente bien, muy Cortázar dominicano. Pero sobre todo era un muy buen hombre, amigo de sus amigos. Un abrazo no por fuerte por el bochorno
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