15
15 años del blog Glup 2.0
Antes las colaboraciones en Mízar (gracias, Joan Mateu ) y el tiempo Glup
en Blogia.
Esto lo escribí no sé cuándo.
Lo repito, creo que no sabré hacerlo mejor.
En realidad esta es una historia egoísta, ensimismada, todo comienza conmigo y todo termina en yo, es el desarrollo de una necesidad, de las dudas estancadas en un recodo del arroyo cotidiano, bisutería que brilla en un escaparate sin cortinas, embriaguez de creer el quizás para no asumir el nunca, un andamio colgado en una cantera de mármol como nieve, un díscolo silbido que intenta domeñar al perro pastor de los rebaños de poemas, se me pierden en el inmenso bosque donde no entra el sol y, hay que ver, la no domesticada, infantil alegría cuando Ella me mira/
Como todo lo que te digo cuando no puedes oírme
y es tan dura la tarde, y tú tanto me faltas.
Muchos días, mucho corazón pero nada de ello es comparable al esplendor de lo que vendrá, al intento, el perfil de la búsqueda, la cuchilla que corte los músculos de la desilusión y la apatía, la música por encima del rugido de fieras embriagadas, del crac de vidrios frágiles rompiéndose en infames mañanas de aburrimiento, en crepusculares miradas a la cicatriz, aún, con el rencor que no se oxida, con las escaleras por las que descienden los suicidas, con las flores que he dejado en tantas ventanas en estos quince años, marchitas violetas o rosas de sal, las amarillas mimosas que tanto gustaban a mis abuelas, el aceite que vierto como ofrenda en altares de dioses traicioneros, el dedo índice que señala mensajes y criaturas, la edad de la angustia, la temperatura del alma, el miedo a que el canto de alondras en el jardín no sea suficiente para llenar la hoja en blanco de cada día (amén), humo de leña verde, mojada, asfixiante necesidad del decir, hogueras donde se quema la poesía de las horas, espontánea palabrería para explicar que no, que sí, que somos, no importa qué, somos/
Tampoco voy a inventariar nostalgias, fracasos o logros en este tiempo, muchos días, disculpen mis excesos, quince años, estamos, hoy también has venido, un lujo, gracias por tanto.
5 comments :
"Asfixiante necesidad del decir", ahí queda dicho todo, palabras que vienen, de las que apenas podemos memorizar su huella, y cuya ausencia, sin embargo, nos podría desnortar, enajenar.
Felicidades por tu decimoquinto aniversario, Pedro. ¡15 años, casi nada!
¡Felicidades por esos 5 años Pedro!
Besos.
Nadie, oye, y lo bien que me lo paso ¿qué? Muchas gracias, un saludo.
Nadie, oye, y lo bien que me lo paso ¿qué? Muchas gracias, un saludo.
Quince años. ¡Felicidades!
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