Página vegetal 3
Por respeto a los nombres que llegaron
omitiré la locura de las campanas, el ciego caminar ceñidos a la semilla y los
ángeles, aguiluchos cazando palomas en el crepúsculo, liturgia que tejía
en rojo engaño y miedo, los templos deshabitados de dioses, silenciosos
bajo la lluvia que fecundaba el otoño y la razón humeando por las chimeneas de
aquella imposible casa del futuro.
Tanto tiempo ha pasado que olvidé su rostro y el
sentimiento se nubló.
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