Incondicionales.
No se distraigan los incondicionales, no miren para
otro(s) lado(s) que aún sin saber de qué va esta historia seguro que algo
sacarán en limpio. O en sucio. Mueren los héroes y los cobardes, murió Cortázar
que tenía talento y una dentadura horrible, murió Valente que nos dejó poemas
como perlas y su mal humor. Que nos esperen mucho
tiempo.
La razón de esto y eso es
difusa, insisto por si alguien tiene abierta las escotillas y no se ha
percatado que la marea del silencio sube, también lo de los cangrejos y que el
dolor en el corazón no se cura por mucha ginebra con tónica, paseos entre/por
la niebla o huidas de madrugada por la claraboya desvencijada de la
infidelidad (a qué o a quién es ya otra cuestión).
Seguimos, aquí, cada día ¿ves?
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