Rendición.
Esta es una esquina para niñas
y niños que juegan hasta las diez, para ancianos paseando por alamedas
interminables, sin fuerzas para llegar al portal donde vivían, para mujeres y
hombres que dudan en el dintel, miran y se van, ociosos, con barcos de papel
entre los dedos, sin recuerdos horizontales, hay una mujer que nunca escuchó un
te quiero en la penumbra, hay un hombre que aún no sabe cuánto cuesta ser o no
ser y ahí está su problema, otro, los problemas se atropellan y gritan y nadie
sale del callejón oscuro, fronterizo, allí donde los cuerpos renuncian a la
certeza del nunca, con la cabeza coronada de polvo se entregan al desandar, me
pongo una boina y no reconozco otra salida que la rendición. Me rindo y no
respiro.
2 comments :
Me mudo de esquina. Tiene que haber otras con alquiler más bajo y donde la divisa no se calcule a base de perdición.
Pues ná, gemmacan, hasta pronto.
Qué carácter.
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