La soledad bien entendida empieza por uno mismo.
Estar solo, ¿quién no está solo?, después de todo es una condición natural. Pasear en círculo, ir al mercado, silbar, intentar cánticos nuevos, hacer un acto de fe para inventar el silencio, abrazarse al silencio, buscar en el aullido de los lobos que cercan la caravana el espacio entre la arena y el sudor de las constelaciones, divagar, no asomarse a la ventana, no estar de humor para festejos, componer himnos de seda, mirarse al espejo sin reconocerse, simular una oferta a los dioses ciegos, el amor no está en el índice de este libro, todas las plegarias se pierden en la noche que crece sin esperanzas, dormir y mañana será otro día.
(Espero)
1 comments :
Cuanta verdad. Sí, mañana será otro día. Un abrazo muy fuerte.
* Cómo siempre es un placer tú lectura escritor. Gracias
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