XXIV
No es
el sitio, un día musité un te quiero y el amor se me quedo entre los dientes y
los pulmones, se me atraganto, ella me golpeaba la espalda atemorizada por el
color rojo de la pasión en mis mejillas, en quiéreme o me tiro al mar. No me
tiré, total ella no me iba a querer, me refugié en esta esquina pero no es el
sitio, no lo es y lo sabíais, todos, no me avisasteis, estaba tan claro menos
para mí. No temo a los mastines, no me abrazo a los olmos, no me arrepiento de
la huida, me siento en los últimos bancos de la catedral y hablo con los
vagabundos como yo, a veces nos levantamos y quemamos iglesias de los barrios
periféricos, para que no se acostumbren, para que estén alerta. Ayer matamos a
un cura. Hundo la cabeza en esta soledad como nubes alrededor del faro de Finisterre,
como niebla, las alondras se han perdido y es momento de buscar la libertad.
Camino, a algún sitio llegaré.
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Y empezó a andar con toda la fuerza de su carisma! Andaba rápido...Una viejacita le dijo ehhh! buen mozo, comprame pan del día! El andando de espaldas le contesto: qué lo compré quién me siga tengo prisa buena mujer. Ella miro hacía atrás no vió a nadie...Sabia le guardo un pan en la saca. * pensó, a la vuelta el mozo recogerá su pan. Caminó largo. Bastante largo! Pasó de horizonte andante. Volvió tras sus pasos. Recordó el.pan recién hecho con el rugido de sus tripas! Con osadía preguntó le quedo pan? La mujer saco su barra y dijo: si aquí su pan .El mozo desconcertado le comento como le guardo una barra? No vi nadie detrás hermoso le dijo la buena mujer.
Le brindó un consejo de buena panadera: Amar para ser amado. Mi amor. Majete espabila! que así no te recoge el pan ni Dios quemando a el cura. Unas risas ambos...y cada uno a lo suyo...Ay!
Esmeralda, que ya estaba a lo mío, que el pan tiene mucho que ver con amar, es simbólico, fíjate que hasta la iglesia lo utiliza para comerse a su jefe. Y sí, muy espabilado no soy, fíjate que contesto a desconocidas (o así), que entro al trapo como un adolescente furioso, que la panadera eres tú y es buena esa analogía entre no quemar al cura, comprar pan (y comerlo) y amar. Lo más difícil de todo es amar a pesar de la cantidad de panaderías que hay, de hambrientos caminantes y...no, curas cada vez hay menos.
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