Más fácil.
Sería
más fácil.
Llevarlo
en la frente.
En
un cartel.
Soy un asesino, un violador, un ladrón, un maltratador, un delincuente, un defraudador, me llevo bolígrafos de la oficina, me meo en (el agua de) la piscina, fui yo el que se comió el trozo de la tarta que sobró de ayer, toco el culo de la mujeres en el metro, soy un cabrón de mierda.
Algunos carteles deberían ser muy grandes.
A
muchos les faltaría frente.
A
bastantes les faltaría lo que se supone que debe haber debajo (de la frente),
portan un vacío, un erial en la inteligencia.
Pero no es así, ya ves, nadie lleva carteles.
Hay caras que despistan, hay gente con cara de bueno que son malos y gente con cara de malo que son buenos.
Siempre
sabiendo deslindar qué es lo bueno y qué lo malo, quién lo determina, quién
escribe los códigos.
Eso.
Que ves en la tele a un asesino en serie y te extraña que sea “normal”, incluso guapo. O a un terrorista y te sorprende que no lleve capucha negra. O a un tío muy feo y le escuchas hablar y te fastidia que parezca inteligente, un tío majo.
A mí me ocurre con algunas mujeres. Me encantaría que en su frente se encendiera un rótulo con letras fluorescentes corroborando que sus pensamientos/sentimientos corresponden con lo que dice.
Un
suponer, ella dice “te quiero, chato” y por su frente se escribe lo mismo en
letras de neón, como esos carteles del Ibex en la Bolsa, como en Hollywood. O
que gime entre mis brazos, “ay, churri” y en su frente, letra a letra, traduce
“qué pesado, ¿Cuándo terminará?, me tiene aburrida”.
Sería más fácil.
“Pedro, encantado ¿cómo está usted?” Y al individuo se le ve en el cartel de la frente, “soy un capullo”. Pues no le cuento nada más.
Por cierto, no sé qué pone en el cartel de mi frente pero llevo varios meses que no paro de nuevas experiencias (¿are you experienced? Hendrix, Jimi). Por si acaso no me miro en el espejo para saberlo (sobre todo ahora que he aprendido a trucarlo).
Feliz jueves, queridos/as míos/vuestras.
10 comments :
Yo soy de esa gente que despista, verdad?
Sería altamente peligroso. Quita, quita, ya lo tenemos todo bastante complicado sin letreros.
Libélula, tú eres de esa gente necesaria para saber que los milagros son posibles.
Ning Jie, puff, menos mal, por alguna razón había pensado que habías desaparecido en la oscuridad del cosmos, pero no, tu blog es un ejemplo de cómo escribir, lo haces muy bien (escribir). Te aplaudo.
Pensé al leerte en otro cartel, en el de Malditos bastardos, en la escena en la que juegan a ponerse un letrero en la frente... recuerdas la escena, no? Y a uno se le escapa quien es, pero no el personaje que lleva pegado en la frente, sino el de ir por la calle, el de carne y hueso, el que no se miente a sí mismo, y no muere hasta el apuntador porque de lo contrario Tarantino no hubiese ni podido terminar la peli por falta de actores.
Esa escena me recordó a otra peli, la de Lubitsch ser o no ser (ya sabes lo que le gusta jugar con nosotros al de Pulp Fiction; y estos Malditos está llena de referencias a esas pelis de nazis).
Pues en eso me hicieron pensar tus letreros, jaté.
No somos ná.
Besos, Pedro.
Los espejismos de las apariencias,que imbéciles somos los humanos...aunque a veces son necesarias para sobrevivir en este mundo hostil.
Feliz jueves ,Pedro
Sí somos, LA ZARZAMORA, poca cosa pero somos. Por ejemplo ahora soy un hombre triste, pero estas cosas pasan, tardan a veces pero pasan. Y llevo cartel, claro, lo que ocurre es que cambio con frecuencia lo que pone, soy yo, no soy yo, un espejo, un cepo, una canción pegadiza de esas que o puedes quitarte de la cabeza. Sí somos.
carmen clotet sopeña, ah, eres tú, gracias por venir, pasa, pasa. ¿Mundo hostil?, bueno, sí, hoy tampoco estoy para muchas bromas, también estoy hostil, brrr, vaya día. Mi saludo agradecido.
Vale
Somos.
Mañana será otro día
Ufff ¿No tenemos bastante con las etiquetas que propones carteles y encima luminosos? ¡Quita quita! ¿A qué dedicaríamos el tiempo libre que nos sobre? ;-)
¡Gracias por las sonrisas que han sido muchas leyéndote!
Besets!
PD: Sinceridad, vale, sí (a veces incluso demasiado sobrevalorada) y es que ésta en algunas ocasiones roza el límite (o lo traspasa) de convertirse en crueldad manifiesta.
PD2: Feliz jueves, querido!
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