No sé ya a quién escribo
No sé ya a quién escribo.
Temo que
me escribo, que repito una llamada a lo que no. Que lo que sí lo tengo tan a
mano que no quiero contarlo, ¿para qué?
Escribir sobre qué escribo es un
recurso cuando no sé qué escribir.
Escribía sobre el amor cuando estaba
enamorado.
Ahora ¿no estás enamorado?
Más que nunca, pero distancio al que
imagina y escribe del que siente y vive.
¿Cómo puede ser eso?
Fácil, es una disciplina, cuando
escribo me alejo de quién soy y me convierto en otro (que posiblemente también
sea yo) que no es, pero que hace, dice, siente aquello que yo (ya) no me
atrevo, pero que está ahí.
Demasiado complicado.
Que va, es sencillo. Lo difícil es
escribir algo que enganche al que lee.
Y mantener un espacio en el
aire.
Eso.
2 comments :
-Eso no es un gran avance -dijo el farolero-. Lo que me gusta en la vida es dormir.
-Es una lástima -dijo el principito.
-Es una lástima -dijo el farolero-. Buenos días.
Y apagó su farol.
farolero, ra
adj. y s. col. Fanfarrón, presumido:
m. ant. Persona que se encargaba de encender y apagar los faroles de las calles.
príncipe,princesa
m. y f. Hijo primogénito del rey y heredero de la corona.
Título dado a algunos individuos de familia real o imperial.
adj. m. Primera [edición] de una obra:
príncipe de las tinieblas El demonio
.Me senté [frente a una] pareja [que dormía]. Entre el hombre y la mujer, un niño se había hecho lugar y se había dormido. Se dio vuelta en su sueño, y en la tenue luz de una lámpara vi su cara. ¡Qué cara adorable! Una fruta de oro había nacido de estos dos campesinos [...] Esta es la cara de un músico, me dije. Este es el niño Mozart. Esta es una vida llena de promesas hermosas. Los pequeños príncipes de las leyendas no son diferentes a este. Protegido, resguardado, cultivado, ¿en qué no se podría convertir este niño? Cuando por una mutación una nueva rosa nace en un jardín, todos los jardineros se regocijan. Aíslan a la rosa, la cuidan, la acogen. Pero no hay jardinero para los hombres. Este pequeño Mozart será formado como el resto por la máquina estampadora [...] Este pequeño Mozart está condenado.
—A Sense of Life: En Route to the U.S.S.R.
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