Escrita a mano en días aletargados (2)
Ármese una palabra en la boca del lobo
y la palabra muerde.
(Ida Vitale)
y la palabra muerde.
(Ida Vitale)
...que estuve tumbado sobre un sofá en glorioso pijama, con mi velludo pecho abierto a la brisa mañanera, dudando entre bajar a comprar el pan y el periódico o quedarme acuclillado en mi hipocondría, recordando enfermedades pretéritas, el obligado insomnio en la UVI que no me atrevía a cerrar los ojos para no dormirme, que el miedo a no despertar es libre y crece como hongos blancos y alargados, que mudo de piel y aunque llueve a mares salgo en alpargatas a dar volatines junto a la casa de la doña, aquella de la que me despachó con gesto de ángel vengador, el índice señalando el camino que bajaba desde el faro, en otro dedo relucía un enigmático anillo de oro, aunque de tenerlo nunca estaba, a un marido me refiero, así como sí tenía una falda de lunares de la que se desprendía con gesto decidido, un teléfono que guardaba bajo la cama cuando nosotros estábamos sobre ella (nosotros éramos ella y yo tumbados sobre la cama; otra posibilidad era que la cama y yo estuviéramos tumbados sobre ella, la doña, pero no, era muy clásica, además de tener un humor de perros malhumorados, no quería innovaciones, etc) que el amor acecha en los momentos más oportunos,...(sigue)
The lovers
1959
Edouard Boubat
0 comments :
Publicar un comentario