Veinte años y un día (1)
El
libro de aventuras del regreso sigue en blanco. Ni
los hombres Sensibles, ni los pensadores del eterno retorno, ni muchos de
nosotros - que a veces creemos volver- hemos podido dar un solo paso. Esto no
nos impide ser dichosos algunas veces, a pesar de todo. Las personas decentes
nos piden madurez y resignación. Quieren que olvidemos nuestras trágicas
ensoñaciones. Pero nosotros no queremos olvidar. Y el que olvide, jamás, jamás
podrá ser nuestro amigo. Ni siquiera cuando volvamos a encontrarnos otra vez y
para siempre. (El
ángel gris. Alejandro Dolina.)
Fulminados,
que nadie se mueva, todo el mundo quieto como una estatua de sal en un jardín
celeste, que fluyan y canten las fuentes de lava detenida, que los murciélagos
oculten las nubes, que se coman las luciérnagas de la duda, que el estigma se
disipe, que los cíclopes utilicen un anteojo de plata para atisbar las
estrellas, que miles de enanos vestidos de verde toquen los tambores, músicos,
afinen esos violines, ¡que todos lo sepan!, llevamos, los dos, ay, los dos, más
de veinte años de amor en secreto, de desdicha no compartida, de caminos
separados, de amor sin medida, de mirar hacia el mismo límite del tiempo, de
soñar que la vida empezó con nosotros y no se acabará nunca.
Y
no se acabará nunca.
Antes
de conocerte nada existía. La vida se recostaba en mi familia y estaba lleno de
juegos callejeros, de curiosidad, de paz. Ignoraba que estaba a punto de
asomarme al balcón que daba a otro mundo, lo ignoraba casi todo.
Un
día cualquiera, pudo ser un jueves, pudo ser en marzo, pudo ser abismo,
entraste en mi vida. Irrumpiste en ella como un cataclismo, como una tormenta
que todo lo movía, todo lo cambiaba, sin remedio, para siempre. También
ignoraba que aquella dicha era una entrega a cuenta, inversa al dolor que
vendría después, que aquella niña, tú, tu recuerdo iba a convertirse en un
monstruo mitológico que me iba a devorar las entrañas día tras día...
(sigue)
1 comments :
Se me hace curiosa y bonita la coincidencia de los veinte y uno con Neruda...
Se me hace curiosa y bonita que, para alguien que conozco, los veinte años es una cuenta atrás que este miércoles (18 de junio) será aún más cerca de cumplir...
Pero en la curiosidad y en lo bonito que resulta leerle, callemos y dejémosle seguir, sí?
Un abrazo, Pedro.
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